Yo
iba a lo mío, que no era que fueras mía, sino tenerte, que es distinto, así que
me salté la lista de espera del baile, nada más. Me fui a por tu mirada
esquivando miriñaques. Me declaré, no dudé. Conseguí tu sonrisa, más de lo
esperado. Al dar un paso atrás, mi beso dio en el aire y guardé las flores en
mi chaqueta nueva, junto a la lagartija y el tirachinas. Y a esperar, me dije.