sábado, 28 de febrero de 2009

FIESTA DE FIN DE AÑO EN FLANDERS & PISTO, S.A.

ORGANIZA Y PREPARA: GENOVEVA GARDUÑA (de Personal)

Lista de invitados.

Por secciones, entrarían de todas partes. Y a Gómez Plaza y a su hermana, de Marketing de la tercera edad, no los puedo ni ver. Veamos por plantas. Aquí con cuidado, o se me cuelan los jardineros. Mejor envío las invitaciones al azar, como el año pasado. Ya tengo mi dirección anotada al azar. Y la de Julito Poincaré, de Nóminas, que este año no se me escapa uno lento con él, algo como un pasodoble o una de Frank Sinatra. A los diez minutos me lo llevo al despacho y le arranco la ropa a mordiscos. Serena, Genoveva, serena.

 Algo para picar.

Yo siempre cojo la lista de comida de años anteriores. Poner potaje en Nochevieja resulta familiar, pero produce consecuencias demasiado familiares. Pondré además unos canapeses de atún, que no se estropean. Y un caldito para el que tenga mal el estómago, eso siempre viene bien. Sobre todo, porque a Julito Poincaré, de Nóminas, le sienta como un tiro el champagne. Le tendré preparada una tacita. Después le arrancaré la ropa a mordiscos, junto a las botellas vacías. Sigue con los preparativos, Genoveva, calma.

 Música.

Ha entrado este año mucho hijo de jefe, y se bebe más tila que café cuando los altavoces estallan con temas de grupos como Megatones de Garrafa, Kagontotus o Colega, pasa la mopa, formaciones innovadoras de trilita-rock. Alternaré -para la fiesta- temas clásicos como El peine de tus corvas de Clavelita Tornado, con otros como Más venas, más, de Clorofila para el culo. El cambio de ritmo me permitirá controlar a Julito Poincaré, de Nóminas. Te quedan muchas cosas por controlar, Genoveva, sensatez.

 Las uvas.

Si multiplico por doce los que van a venir y resto los que  no van a venir, pero dejo sumados con lápiz los que puedan venir con uvas, quitando los que no les gusten las uvas y sumando las uvas que se caen en los escotes por torpes, debo comprar muchísimas uvas en total. Si cada uva viene en un envase individual para echar los pellejos, mejor. Tengo que estar atenta a que Julito Poincaré, de Nóminas, no se atragante con las uvas. Si se atraganta, me lo llevo al dispensario, donde le arrancaré la ropa a mordiscos cuando se vaya el ATS a la fiesta. Y dale, Genoveva, a tus  años.

 Campanadas.

Se conectará con el reloj del Ayuntamiento. Este año actúan como anfitriones -para que nos equivoquemos- doña Ana Cloridio y su esposo y concejal de fiestas don Claudio Mosquete. Son didácticos, pero imitan tan bien las campanadas que todo el mundo se las toma ocho o diez minutos antes. Después, con las verdaderas, la gente la emprende a golpes con quien más cerca le cae.

Genoveva Garduña, justo a tiempo, llega de la peluquería para ponerse en la puerta y empezar a recibir:

Van llegando todos al gran salón de actos de la empresa. Entran los altos cargos directivos, miembros del Consejo, y así hasta los de mantenimiento. Al final, muy despacio, -pegadito a las paredes- entra Julito Poincaré, de Nóminas, que se queda junto al ponche. Casi nadie le mira. Es delgado, peinado con raya, gafas antiguas, traje negro y zapatitos de charol. Pero, debajo, se ha puesto un tanga rojo. Por lo que pueda pasar.

 

Facturas (II).

Estimada Señora doña Jerónima de Jerrajes y Geronia:

 Una vez llevados a buen término los asuntos por los que contrató a nuestra agencia, le enviamos la factura de nuestros honorarios para que se sirva abonarlos, según su costumbre, mediante transferencia a nuestra cuenta. En ella se detallan los diferentes apartados de nuestro trabajo, al objeto de que sirva al mismo tiempo de informe de nuestras actuaciones y desarrollo del asunto en todo su proceso:

 Encontrar el hotel donde su marido quedaba con querindongas:..... 0,00€ (llamadas al 11824 desde la consulta de mi callista).

Empujar al recepcionista y darse de trompadas con el gerente hasta que suelte el número de habitación          

(multa por allanamiento y factura del dentista del gerente): 

...............150,00€

Entrar a patadas en la habitación con la cámara erróneamente apagada: 

........ 0,00€

Volver a entrar sin perder la sorpresa con la cámara encendida:

................ 100,00€

Parar un momento hasta que salga el flash y hacer una de prueba: 

.......... 0,00€

Preparar una composición de imagen con posturas comprometidas (jugaban al parchís y ella se contaba veinte):

............100,00€

Dos horas de honorarios profesionales jugando con ellos al parchís:

............ 90,00€

Una pizza cuatro estaciones y tres coca colas sin azúcar añadido:

............. 30,00€

Un taxi para la querindonga, porque se le hacía tarde:

............. 20,00€

Seis partidas de parchís perdidas con su esposo, jugadas después:

................... 0,60€

Multa por exceso de aparcamiento en zona azul:

................. 25,00€

 

Total: (IVA incluido)...................... 415,60€

Por cierto, saludos de la querindonga, su hermana de usted doña Jimena de Jerrajes, que la espera el domingo para su septuagésimo noveno cumpleaños. Y que se lleve el parchís nuevo, que tiene todas las fichas amarillas.

 Atentamente,

 

Julio Pedralbes, socio fundador de Detectives “La Lupa Del Cerca”.

 

viernes, 27 de febrero de 2009

Aguafuerte

"La tarde está muriendo
como un ho
gar humilde que se apaga."
(Antonio Machado)

 
El amor es travieso y caprichoso
como el agua que resbala de la fuente.
Y en esa inercia ciega
donde brota la pasión, 

como cántaros,
se han roto dos corazones.

Que la tarde que huele a barro
me perdone; que los caminos
entre naranjos
borren tu dolor, que de mi agua
nazca blanco tu azahar.


jueves, 26 de febrero de 2009

ambivalencia

Niño frágil entre mis manos
hombre fuerte en el pensamiento
ángel que con sólo una mirada
borra de la vida el sufrimiento.
Fuente de amor y de agonía
de placer y desdicha entrecruzados
copa de árbol y raíz al mismo tiempo
lluvia y sol, infierno y cielo
ambivalencia pura para amarnos.

BELLO RECUERDO

Esta mañana pasé
por un lugar muy querido,
donde hace tiempo no estaba
pero al que nunca olvidé.
Al contemplarlo de cerca,
recordé aquellos momentos
que juntos los dos vivimos.
Aquellas dulces miradas
aquella emoción primera,
tus manos me acariciaban
y yo sentí que mi alma
era tuya toda entera.
Al pasar por el lugar
y contemplarlo de cerca
creí tenerte a mi lado,
sin apenas darme cuenta,
por mi mejilla bajó
una lágrima indiscreta.
Han pasado muchos años
ha sido una vida entera
pero yo tengo el recuerdo
tan presente y tan hermoso
como si ayer sucediera.

Paquita ortiz , jueves 26 febrero 2009

martes, 24 de febrero de 2009

Dónde se acaba el piropo no se acaba el amor

Un día dejaste de decirme cosas bonitas
y desde entonces pensé que ya no te gustaba.

Pasaron los días y fué precisamente en esos días
en los que cerrabas los ojos y a mi lado dormías,
me mirabas mientras comía
o me cantabas canciones sin necesidad de pedírtelas.

Y es precisamente por esos días
cuando aprendí a tejer este poema
para hacerlo abrazo y abrigarte con él.

A TRAVÉS DEL TIEMPO

Acabé atormentándome tanto por el tiempo perdido, que fabriqué mi propio reloj de arena. No me fue difícil, si tenemos en cuenta que soy el dueño de una cristalería.

La madera de la que pendían ambos extremos de la maquinaria, la encargué a un carpintero que fue mi amor de juventud y al que no he podido olvidar; de hecho lo he esperado hasta hoy.

La arena la tomé, como si de un tesoro se tratase, de una caja de conchas, en la que yacía guardada desde hacía más de treinta años; pertenecía a la playa por la que tantas noches rodaron nuestros cuerpos, insultantemente jóvenes.

Ahora, cuando veo tal cantidad de arena arriba, y la lentitud con que va siendo estrangulada, mi tiempo perdido de ayer, se ve compensado con las nuevas caricias de hoy, en donde ya los dos no tenemos una playa como alcoba, pero sí un mar de serrín o un cielo de cristal, dependiendo del momento; y mi reloj, fiel protagonista de nuestras horas.
Después de treinta años, aquella playa aún nos puede esperar.

lunes, 23 de febrero de 2009

ESTRUCTURAS.

Adelina Mayo protagonizó un cuento que quiso inventar y vivir al mismo tiempo. Ella lo llamó cuento continuo, cuento vivo y cuento autológico, que es el que narra lo que pasa de verdad y pasa de verdad lo que en él lo que se narra.

El domingo donde empezaba la acción, declaró su amor por elección al azar de un hombre que la amaba sin ella saberlo, pero que no podía confesárselo en un cuento previsto por ella, teniendo en cuenta que el armazón estructural del cuento de Adelina Mayo estaba hecho, aunque el hombre también tenía unas líneas generales de cómo vivir una historia de amor pasional con ella, con menos detalles en cuanto, por ejemplo, la decoración del salón o la elección del tipo de coche.

Adelina, a pesar de la sólida línea narrativa de su historia autocontenida, no podía evitar que, siendo su coprotagonista un personaje lleno de matices y con un desarrollo mínimo en sus características iniciales, éste saliera por peteneras, si bien el hombre se limitaba a seguir sus directrices básicas, en concreto lo que se refería a alguna tarde libre para salir con los amigos.

La escritura, por fin, se hizo firme para los dos. Escribieron un único libro alternativamente en las líneas impares y pares y su vida alcanzó un enorme éxito editorial.

No leyeron jamás el libro escrito ni guardaron ejemplar alguno. Ni se compraron un coche. Ayer por la tarde estuvimos en su casa alquilada, con el salón vacío y sin decorar. 

miércoles, 18 de febrero de 2009

A tu lado

Déjame dormir un poco,
deja descansar mi alma,
igual renacen mis sueños;
quizás vuelva mi esperanza.
Déjame soñar caminos,
déjame inventar hazañas,
para que emerja mi espíritu
del dolor que me atenaza.
Pero no me dejes sola,
recítame mientras duermo
algún poema olvidado
o el secreto de tus versos.
Que no me funda en la noche
que no me arrastre la luna,
me asusta quedarme a solas
en mi pozo de amargura.
Ansío despertar contigo,
sentir tu amor a mi lado
y renovada por dentro
fundirme entre tus abrazos.

martes, 17 de febrero de 2009

Dedicación.

Doña África Bohórquez disfrutaba contando su vida. Daba igual el sitio, la circunstancia o la gente que le rodeara, ella sabía encontrar la forma de reconducir situaciones y personas para que el conjunto fuera su auditorio y su audiencia.

-Pues sí, queridas mías, -solía comenzar, aunque se dirigiera a estibadores del muelle número doce del puerto- yo he sido mujer de vida alegre allá donde he viajado. En años atrás esto que os digo bastaba para que me metieran en la cárcel primero y en un convento después, pero siempre me escapaba.

-Porque, queridas mías –insistía en no preocuparse por el género de sus perplejos oyentes- yo no perdí nunca la oportunidad de amar. No le di la espalda a nadie que me propusiera una noche loca o venirse a vivir conmigo. O a quedarme con él (o ella) para el tiempo que el tiempo dijera.

-Recuerdo –decía después de una pausa- historias eternas de un fin de semana y rápidos años de amor consumidos en un único instante. Viví, aprendí y enseñé a hacer el amor.

Un día, Doña África coincidió en su consulta médica con un enfermero que ya la había oído contar sus hazañas varias veces.

-Y ahora que es usted mayor, ¿cómo puede vivir sola, señora? –le preguntó sin acidez en las palabras.

-Vivo recordando, y renazco en cada beso que veo por las calles. Los primeros, por tan audaces o comedidos, los rápidos o cautelosos, los robados gracias a la infidelidad, los agradecidos al tiempo juntos. Además de eso, pues...

-Perdone, doña África, me choca lo de “vida alegre”… -le interrumpió el enfermero con una sonrisa.

-Habría sido una puta maravillosa, pero no tuve que cobrar por amar. Aunque la verdad, más de una vez tuve que pagar por la compañía de un garañón brasileño, je, je -reía doña África al responder.

Antes de salir con sus pastillas, doña África soltó para siempre el bastón y cayó de bruces.

-No dejéis pasar ni un beso, ni uno solo… -entendió el enfermero al agacharse a atenderla.

Aún agarrado en su mano izquierda, un pequeño libro medio abierto, a modo de agenda, dejaba ver la fecha de ese día con una nota: “Felipe Mancera, setenta y tantos pero de buen ver. Cinco de la tarde, después de la consulta. Condiciones: Una ramo de margaritas y sin ropa interior”.

Antes de llamar a sus familiares, el enfermero se guardó el libro en el bolsillo.

domingo, 15 de febrero de 2009

Oda a...

Concentrado, apuntando hacia la loza

fría, blanca y aún sin contenido,

aliado del aire comprimido

sin decir nada, como si tal cosa.

 

Detenido, firmeza, fuerza, rabia:

La postura bien firme y decidida

para nada que no sea una estampida

sin control de la Naturaleza sabia.

 

Del resumen final de todo esto,

que sigue al desahogo del momento,

queda sólo papel con algún resto

que no lo iguala en nada a un documento.


sábado, 14 de febrero de 2009

Una cartita de amor.

Querida Margarita:

 

Quiero que sepas que te buscaré al cumplir los dieciséis, para que mi niñez no estropee tus besos, y yo sepa abrazarte. Tú tendrás prisas, pero, como todas las mujeres, harás que parezca que soy yo quien no controla sus ansias.

Antes, habrás conseguido el día en que esa casa, la que siempre está llena de gente, se quede sin nadie, diciendo a unos que otros la ocuparán. Y estará vacía para nosotros.

Llevaré flores, y elegirás sin mirar una para ponerla en tu boca. Seguiré el camino y morderé tus labios, que serán más rojos y te robaré la flor.

Intentaré decirte que te quiero, pero me detendrás a tiempo y te lo agradeceré.

Me harás entrar cogido de tu mano y respiraré hondo, pero no perderé el miedo hasta mucho tiempo después, calculo que unos cincuenta años.

Mientras, te dejo la mitad de mi manzana, mi canica favorita de cristal y dos lápices. Cuando pintes con ellos, levanta el dibujo y podré verlo desde mi banca. Luego, a la salida, mírame cómo me tiro del tobogán más alto. Te saludaré sólo con la mano y tú haz lo mismo. No quiero que los demás niños se rían de mí si me mandas un beso.

Se me olvidaba decirte que no podré ir a tu fiesta. Pero mira en tu mochila y verás una vela roja con forma de número para tu tarta: El siete.

Feliz cumpleaños.

jueves, 12 de febrero de 2009

COLORIN COLORADO

No estoy triste. Todo principio tiene un final y todo sueño un despertar. Hoy, Copenhagen nuevamente ha jugado al ratón y al gato conmigo. Amaneció con sol, haciéndome presagiar un día luminoso, lleno de color; pero no fue así, a medida que pasaban los minutos, el sol juguetón decidió que jugar al esconder con las nubes era la mejor opción. Y ahí me véis, rayitos de sol por aquí, nubladillo por allá; pero de todas formas he de decir, que esta ciudad me ha conquistado poco a poco, sin prisas. Ha sido como ese amante que se entrega despacio, que te ofrece la luna, las estrellas, para luego ofrecerte sin reparos el cielo entero.
Copenhagen es una ciudad que no te atrapa al instante, como pueda ser Roma (bueno, esa es mi humilde opinión), pero tiene rincones realmente cargados de belleza, de dulzura. Sé que no la he conocido a fondo, pero no me importa. Lo que he vivido sí que lo he hecho intensamente.
Hoy hemos visitado el museo GLYPTOTEK (complicadillo el nombre, verdad?; pues aquí todo es por el estilo, tienen una fonética irreproducible para mí). Allí muestran obras egipcias, romanas, griegas... y también una buena colección de pintura francesa y danesa. A mí me ha parecido algo complicado de visitar (subidas y bajadas de escaleras, tuerza usted a la derecha, luego dé un giro de sesenta y cinco grados... ¡vamos liosillo!) pero con obras realmente que me han atrapado.
Después, volvimos a pasear sus calles, descubriendo torres de formas muy originales, imitando una a una espiral, a varios dragones enroscando sus colas otras... Sus calles llenas de gentes, sus plazas llenas de bicicletas, de estatuas equestres, de fuentes. Merece la pena venir a esta ciudad y dedicarle unos días.
Me voy de Copenhagen, no sé si volveré algún día por estas tierras, pero sí sé que recordaré esta ciudad, y todos los momentos que en ella he vivido. Me ha gustado compartir con vosotros mi viaje y mis sensaciones aquí.

miércoles, 11 de febrero de 2009

El regalo que me hizo Copenhagen

Hoy Copenhagen me ha regalado su mejor estampa:ha amanecido nevado. Al despertarme, una luz diferente a la de días anteriores me hizo sospechar que algo distinto había ocurrido durante la noche. Y así era, hadas y elfos habían tejido un manto blanco alrededor de este mundo que ahora habitaba. Imaginaros, yo que nunca había visto nevar hasta ayer como quien dice, ahora me encontraba frente a tan bella imagen. ¡¡¡Qué hermosura!!!, y ahí me tenéis, sin desayunar y con mi cámara, fiel compañera, en la calle. Paisajes de postal navideña y un frío que para qué contaros, pero eso era lo de menos; no podía dejar de disparar mi cámara, una y otra vez, una y otra vez.¡Qué ilusión!.
Una vez desayunamos nos fuimos hasta el centro de la ciudad, donde una Sirenita descansaba sobre la roca, albergando en su regazo los últimos suspiros de la nevada de la noche anterior. Frío, aire y una nevada tan fina que casi más parecía una lluvia suave. Todo blanco. Nieve. Mi ilusión hecha realidad. Yo no soñaba, todo era real, como la sonrisa de mi sobrina cuando me veía hacer una y otra fotografia.¡Cuánta paciencia la suya y cuánta ilusión la mía!
Qué deciros del canal de Nyhavn, ayer tuve la suerte de captar su estampa con el poco sol que se asomó entre las nubes caprichosas y hoy, el blanco de la nieve sobre los galeotes allí anclados.
No tengo palabras para describir todo cuanto hoy he sentido. He vuelto a ser niña, a soñar, a creer que los sueños, si soñados con ilusión, alcanzan a hacerse realidad.
Copenhagen inicia nuestra despedida con la culminación de un sueño. Y junto a todo esto, mi sobrina, mi tesoro, mi hada madrina en este sueño.

martes, 10 de febrero de 2009

UN VIAJE AL AYER

Hoy hemos paseado por las calles de Roskilde. Tiempo atrás, fue esta ciudad la que tuvo la capitalidad de Dinamarca. En ella se asienta la que es considerada la primera catedral del pais. Nosotras hemos entrado en ella. Allí reposan los cuerpos de los reyes daneses. Este pueblo es muy de sus reyes y les han otorgado un lugar como éste para morar en su último viaje.
El día estaba más frío de lo habitual, tanto es así, que a mitad de la mañana una sútil cortina blanca se dejaba ver y sentir. Por fín, he visto nevar. Os parecerá una simpleza, pero me hacía mucha ilusión, la pena es que los copos eran tan delgados que casi no llegaban a cuajar; pero de todas formas, me ha gustado verlo. Ya en casa, mientras preparaba un arroz con carne al estilo Beli, y mientras Anthony and the Johns me deleitaba con sus canciones, a través del ventanal de la cocina he vuelto a ver nevar. No tengo palabras. Me parecía increible estar viendo lo que veía y sentir lo que sentía.
Lo más hermoso de los viajes, es poder compartir momentos con alguien querido. Yo tengo mucha suerte, tengo a mi sobrina. Ella me está dando muy buenos momentos que espero no olvidar nunca.
Dinamarca será siempre, el viaje del hoy con vistas al mañana.

Golden

Como es lógico, mi amigo José Manuel, en la cuenta atrás, pidió al anestesista que le durmiera con el concierto número 4 de Brandemburgo, de J. S. Bach, a lo que el profesional, solícito, accedió.

Con motivo de la intervención por cuestiones cardiovasculares que ahora no vienen al caso, y generoso como es, y aún consciente, ofreció a los cirujanos tomar lo que necesitaran.

Sin valorar demasiado los sueños que le venían, mi amigo se despertó en mitad de la faena de los médicos, que ajustaban válvulas y demás. Para no distraerles, no hizo comentario alguno y se dedicó a echar un vistazo general al escenario de su intervención, que, en conjunto, mereció su aprobación.

Antes de volver a cerrar los ojos, viendo venir el final feliz de la cirugía, miró a su izquierda y sonrió con la mayor discreción al comprobar que, de su corazón, tal y como le habíamos dicho los amigos más de una vez, salía un reflejo claramente dorado. 

lunes, 9 de febrero de 2009

¿Dónde se han llevado mi sol?

¡¡¡Dios mío, pero qué frío hace aqui!!! Mi pobre amigo Sol no consigue vencer a las nubes que,  atrincheradas en el cielo, cercan esta ciudad sin darle la opción de mostrarme todo su colorido.
Los lagos, estanques y demás lugares acuosos, se convierten en pistas de patinaje improvisadas, donde los patos y gaviotas deambulan sin más como antes nadaban por sus aguas.
Hoy hemos visitado Frederiksborg slot. Es un castillo que impresiona al verlo allí a lo lejos, alzándose altivo sobre las aguas de un estanque helado. Las grisáceas nubes coronaban sus torres. En la entrada, y tras atravesar un pequeño puente que cruzaba el foso, una fuente hoy sin agua, callada en su melodía, nos recibía majestuosa. La imagen del patio y el castillo todo, su entrada, sus laterales, sus pequeñas fuentes adosadas a los lados de los muros, sus ventanales... su reloj dorado, sus faunos. Me quedo sin palabras para describíroslo. Hay que verlo.
Los jardines, ausentes de colores vivos, cargados de ocres y grises, envuelven a este lugar en un espacio encantador. Hoy hacía un viento gélido que impedía disfrutar de la estampa en toda su extensión, pero en primavera esto debe ser un castillo de cuento de hadas.
Siempre lo he sabido, pero hoy lo he confirmado: me resulta más difícil vivir sin el calor del sol.

copenhagen soleado

Hace dos días que el sol se asoma tímidamente entre las nubes del frío Copenhagen. Esa luz añade a sus calles un aspecto diferente, más colorista, con más vida.
Imagino esta ciudad en primavera, debe ser hermosa, y relucir entre el color de esas flores que ahora adormecen y no dejan ver toda su intensidad. Sin embargo, me cuesta imaginar las horas del día como allí. Aquí los días son tan cortos y las noches tan largas que todo parece estar al revés.
Ayer vimos el castillo de Rosenborg, recargado hasta la saciedad en su interior, rococó en estado puro; sus jardines ahora apagados invitan a pasearlos y a contemplar su imagen poderosa alzada sobre un pequeño montículo a cuyos pies un estanque alberga a un centenar de aves. 
Y todo ello, bien abrigaditas y sintiendo la caricia helada del dios Eolo.

domingo, 8 de febrero de 2009

PROGRESIÓN.

Cada cuarto día de la cuarta semana de los meses múltiplos de cuatro de cada año divisible por cuatro, el Tretra Four Quartet Group, la legendaria banda de jazz, cambiaba sus instrumentos de cuerda y viento por un arsenal digno de un ejército y atracaba la sede del banco situado en el cuarto lugar por beneficios obtenidos, robando exactamente cuatrocientos cuarenta y cuatro mil cuatrocientos cuarenta dólares con cuarenta y cuatro centavos.

Al morir el guitarrista John Baltimore Fromm, cambiaron su rutina a la baja en un 25%, de modo que actuaban fuera de la música cada tres años, el tercer día de la tercera semana de cada mes múltiplo de tres de cada año divisible por tres y robaban al tercer banco en ganancias, llevándose la minuciosa cantidad de trescientos treinta y tres mil trescientos treinta y tres dólares con treinta y tres centavos.

Así ocurrió hasta que quedó sólo el batería Albert Jonas Templeton, quien según la progresión tuvo que robar todos los días primeros de mes del resto de su vida ciento once mil ciento once dólares con once centavos al primer banco en ganancias, lo que, muy a su pesar, le llevó a dejar de actuar como músico y fundar un banco que no declaró, jamás, sus beneficios.

EL NIÑO DE LA ESPINA O ESPINARIO (sanguina)


Copia romana del famoso bronce helenístico (hacia 200 a. C.). Se conserva en el Museo Capitolino de Roma y representa a un niño desnudo, sacándose una espina del pie. El suave modelado, la disposición ordenada del cabello y el rostro inexpresivo siguen fielmente el modelo romano.
Popularmente se relataba en el siglo XVII que la escultura fue encargada por el Senado romano para homenajear a un pastor, llamado Martius, quien llevó un mensaje con tal diligencia que sólo se detuvo a sacarse una espina del pie cuando había terminado su misión.

LUCES DE AYER


Entre las notas de nuestra melodía, te rescato del ayer. Te haces grande en mí. Enciendes todas las luces que yacen a oscuras y me elevo de puntillas a otro tiempo, en el que tú aún estás y del que yo no salgo, porque si lo hago, acabo de perderte.
Y quiero que sigas susurrando en mi oído nuestra melodía, intemporal y mágica, para que yo sueñe, mientras bailo de puntillas, con las luces que tú enciendes.

sábado, 7 de febrero de 2009

Venus sumergida II

Yo, velo verde que el fondo del mar cubro
todo lo exploro, todo lo toco.
Lamo quilla de barco, ancla abandonada o pico de gaviota.
El mar es mío y así lo domino.

Ella, musa acuática varada entre corales,
vestigio imperturbable de una historia, de un pueblo.
La encontré en uno de mis viajes, entre las corrientes
y desde entonces también me pertenece.

Nosotros, abrazo eterno de piedra y sal,
simbiosis perfecta, puzzle acabado de texturas, de colores,
amantes cobijados en el tiempo,
esperando que el brillo blanco en el museo de su piel
no nos haga olvidar que antes fuimos un solo cuerpo.

Copenhagen nublado y frío

Hoy el día ha amanecido nublado y frío aqui en Copenhagen. Pasear por sus calles, ver sus edificios de piedra y esas casas de colores... me ha apenado un poco la falta de luz a la que tan acostumbrada estoy, y mi cámara se ha resistido un poco(¡¡¡qué frio hacia cada vez que me quitaba el guante para hacer una foto!!!).
Al pasar junto a un estanque he visto algo que me ha llamado la atención, en una parte los patos caminaban sobre el agua, y un pelín más allá, se zambullian en un agua que yo imaginaba helada. Ha sido muy graciosa esa estampa.
Más tarde, me he sentido durante unos minutos, como la conductora del metro de Copenhagen; éste no lleva conductor, y los asientos primeros van tan pegados al cristal que ves el túnel correr a tal velocidad que da gustirrinín.
Bueno, mañana dicen las previsiones que nevará. Ya os contaré, si es que no me quedo como una estatuilla más.

viernes, 6 de febrero de 2009

¡Hola compis! 
Esto de la informática y de Internet es un puntazo. Aquí estoy yo, como el tío de los fragel rock, mandándoos una crónica desde Copenhagen.
La ciudad la he visto poquito, no por falta de ganas, más bien, por falta de luz. Aquí, a nuestro amigo Lorenzo (me refiero al sol, lógicamente) no le gusta recogerse tarde. Bueno, la sirenita sí que la he visto, alumbrada por un foco y con el mar de fondo. ¡¡¡ah, y un frío que te hacía un estiramiento cutáneo en un momento!!!
Bueno, ya mañana os seguiré contando de mi viaje por tierras vikingas.

Besito, besote y un palote.

Grandes Batallas de la Historia (V).

Batalla del desierto de Malariashisha.

 

En septiembre de 1944, el Alto Mando Aliado encargó al mariscal Pitito Pretritrantri ganar todas las batallas que quedaban pendientes hasta que terminara la II Guerra Mundial. Incluso las de globos de agua.

Como era un hombre que se calentaba en cuanto bebía dos litros de orujo, al recibir la carpeta de cinco folios con las instrucciones respondió al General Ife:

-No sólo las gano; es que si hace falta, las lucho primero. O parecido, mi general Motors.

Le dieron mal las señas de donde se tenía que ir con los tanques y, confiado, se los llevó vacíos: el lugar donde acabó fue el famoso desierto de Malariashisha, un sitio tan seco que cambia mucho la forma de pronunciar el concepto “concupiscencia reprotoprocesal” en cuanto llevas allí un par de horas cerrando sobres a lenguetazos.

Después de tres espejismos, uno de ellos realmente original en blanco y negro, se presentó por el horizonte un destacamento de alemanes.

Pitito dio la orden de destapar las cremas solares: Había que ver cómo esos inconscientes, jóvenes la mayoría, se habían quitado alegremente las camisas y cómo traían los hombros y la espalda. El primer pelotón de infantería, sin gorro, fue engullido bajo el lanzamiento de sombrillas abiertas de Pitito.

Después de ser untados con dos capas de factor 30 de Lancome, los pegajosos mandos alemanes eran incapaces de manejar los mandos y fueron fácilmente capturados por los secos aliados de la división de Pitito, que, desprendidos de los guantes desechables, arrestaron de inmediato a los germanos y, obedeciendo la convención de Ginebra, los pusieron a la sombra.

Al volver, Pitito se bebió él solo botella y media de agua fresquita sin gas antes de presentarse ante sus superiores para dar su informe, que fue marcado con un “Bien +”. 

jueves, 5 de febrero de 2009

Febrerillo, el loco (editorial)

"...¡Uf, vaya viento! Los días grises parecen no tener final, a la sol le cuesta romper la telaraña de nubes y llueve, más frecuentemente que otros años... Bueno, debo dejar de mirar embobada la lluvia y ponerme a escribir el editorial de este mes.

...¡Ay Febrero con su locura! Ha venido cargado de fenómenos meteorológicos, el otro día me puse empapada porque volví a casa sin paraguas, y relamí algunas gotas que tenía en mi boca y me supieron frescas y... ¡y nada! a ver si empiezo a escribir el editorial.
...Me gustó que me tocara este mes porque para mí siempre ha sido especial, ha presidido el paso de mis años. En realidad me agrada que viese la luz por primera vez en un mes tan pequeñito y loco... pero bueno, voy a ponerme en serio a escribir el editorial.
...Escribir ¡uf!, me siento pequeña ante esa palabra que tanto amo, pequeña como mi mes de febrero, porque las circunstancias me han hecho abandonarla un poco y sé que nos echamos de menos mutuamente... escribir,¡eso! debo escribir el editorial. Es lo mínimo que les debo a mis amigos y compañeros de historias.
...Me acuerdo de ellos todos los días aunque no entre en el blog. ¡Ja, ja, ja! ellos no lo saben pero tengo un post-it sobre mi mesa con sus nombres y el orden en que tenemos que hacer el editorial, de un solo vistazo los veo y sé que, al igual que en el papel, ellos están ahí. Ahora los estoy leyendo... ¡ay, que en febrero me tocaba a mí!. Bueno, voy a dejarme ya de dar rodeos y voy a escribir el editorial de febrero. Ellos no se merecen menos".

miércoles, 4 de febrero de 2009

Venus sumergida

Tiene manos verdes.
Clorofila que palpita
sobre mi cuerpo blanco.

Yo marmórea, bajo el agua.
Del tiempo escondida,
de algas oxidada.

Yo Venus vestida de musgo,
verde amante fiel.
¿Darán conmigo algún día
para arrancarme su piel?

Tiene manos verdes.
Brillos de museo
me desnudarán.

martes, 3 de febrero de 2009

VELOCIDAD.

El niño vio la puerta abierta entre vagones, se soltó de la mano de su madre y subió por la escalerilla que le llevaba al techo, desde donde sonreía como un montañero experto. La madre, aterrorizada, gritó pidiendo ayuda. El primero en ofrecerse al rescate fue un muchacho muy joven, alto y fuerte, que, sin pensarlo dos veces, se fue a por el niño. Cuando se disponía a poner el pie sobre la plataforma, resbaló y cayó por el otro lado de la vía. Había que conocer estos trenes antiguos, redondeados por sus bordes. La madre, pensando en la velocidad que llevaban, subió ella misma a por su hijo a pesar del viento en la cara.

En un minuto, agarró al niño, se lo echó a la espalda y, una vez de nuevo en el vagón, le dio una soberana tunda en el trasero advirtiéndole de que nunca hiciera algo parecido.

Después, más calmada, acudió a dar las gracias al muchacho que había intentado ayudar, algo magullado, y se sentó junto al niño, que aún gimoteaba. El tren no tardaría en salir.

lunes, 2 de febrero de 2009

Romero

Él, de por sí tenía “malilla” cara: Los ojos hundidos, enormes ojeras, tez morena verdosa, escaso y mal repartido el cabello… De cuerpo estaba algo mejor, si no fuera por la incipiente cojera que le quedó tras la rotura del tobillo, y esos hombros que querían abrazar al pecho. Hoy, se agachaba un poco para aplacarse las greñas con algo de saliva frente al espejo del baño, y se decía para sí que no estaba tan mal.
Ella, rubia… ¿platino?…, no, más bien blanco amarillento, se había permitido la licencia de quitarse unos 20 años en el cuestionario. Total, todos decían que no los aparentaba, con su metro treinta de estatura, se estaba calzando con mucho trabajo, unos enormes tacones que le permitieran sentirse la estrella de cine que siempre quiso ser, también se preparaba para el gran encuentro.
Ambos releyeron una vez más el mail: Lugar de encuentro “Café Conté”. Distintivo “Ramita de romero en la mano”.
Por supuesto ambos ocultaron el romero hasta ver al otro, pues la edad los había vuelto precavidos. Al pedir ella un café su mirada se cruzó con la de él y vió una chispa en aquellos ojos tristes. Sacó el romero de su bolsillo. 
–Gracias, gitana, -dijo él mientras le entregaba una moneda. Ella se ruborizó de golpe pensando que se equivocó de caballero. Entonces él, sonriendo sacó el suyo y se abrazaron.

domingo, 1 de febrero de 2009

Cesárea

Raúl tiene 6 años y miles de preguntas acumuladas en tan breves años de existencia.
Los domingos de lluvia como este son días de bañera caliente y patitos de goma con mamá.
Curioso y escudriñador de la desnudez de su madre, apoyó sus manos, una en cada extremo, en la cicatriz que marcaba el vientre de su mamá y preguntó:
-Mamá, ¿por qué tienes este dibujo aquí?
Su madre, apoyó sus manos sobre las suyas y contestó:
-Porque cuando decidiste llegar al mundo y supe que pronto te iba a tener entre mis brazos, le pedí al medico que me dibujara un sonrisa en la tripa para que nunca se me olvidara que desde ese día soy mucho más feliz.

EXACTITUD.

A los cinco minutos de cometer su crimen, Arnaldo Minués fue detenido por la policía y puesto a disposición judicial.

-Ha llevado usted a cabo su fechoría en el saloncito interior de su vivienda, la que da al patio interior por la segunda ventana de la tercera planta según se mira desde enfrente de la urbanización. Y con un objeto contundente, un rodillo de amasar para ser exactos.

Arnaldo bajó la cabeza y firmó la declaración palabra por palabra.

El cartel de (según normativa) 15x20 metros colocado en el antiguo solar  Arenillas, para anunciar la construcción de ochenta viviendas de primera calidad, tenía tal similitud con el proyecto ya realizado, que, al mirar en la citada ventana del plano, con sólo fijarse un poco, figuraba la sombra de un hombre alto, de nariz aguileña (descripción fidedigna de Arnaldo) que empuñaba un objeto en su mano con el que parecía, a todas luces, estar golpeando a alguien.

El juez felicitó por escrito al delineante del proyecto y al jefe de obras.