martes, 24 de febrero de 2009

Dónde se acaba el piropo no se acaba el amor

Un día dejaste de decirme cosas bonitas
y desde entonces pensé que ya no te gustaba.

Pasaron los días y fué precisamente en esos días
en los que cerrabas los ojos y a mi lado dormías,
me mirabas mientras comía
o me cantabas canciones sin necesidad de pedírtelas.

Y es precisamente por esos días
cuando aprendí a tejer este poema
para hacerlo abrazo y abrigarte con él.

5 comentarios:

Isa dijo...

Qué mejor abrigo que un poema recien salido del calor del corazón.
Un beso, guapa.

Gabriel dijo...

Es un poema tejido para enamorar cuando se piensa que eso está ya hecho: Todos y cada uno de los días.
Un beso.

inma dijo...

No hay mayor piropo que el que te dediquen una pícara o cálida mirada después de muchos años. Me gusta mucho lo de tejer el poema. Enhorabuena.

Paquita dijo...

cierto, en los silencios suele haber más amor y ternura que enlas palabras, me encanta guapa.
Paquita

Paquita dijo...

cierto, en los silencios suele haber más amor y ternura que enlas palabras, me encanta guapa.
Paquita