lunes, 5 de mayo de 2008

CHARLA MÍSTICA INFORMAL.

¡LaVihen!

Tras el martillazo en el dedo, era lógico que dijera algo así. Pero no esperaba que se le apareciera allí, en el garach, (lo pronuncia así porque estuvo en Puerto Rico tres días por vender más seguros que nadie). Pues le deslumbra y le dice que no está Ella para que la invoquen sin un motivo serio. Trata de calmarla y le propone un ratito de charla, si no tiene nada mejor ni más urgente que hacer. Accede.

Mire usted (esa confianza piadosa popularota del pueblo no le parece conveniente de entrada) sin dogmas ¿de acuerdo? Sin dogmas, concede.

Pues verá, que digo yo que lo primero es que si Dios es tres, pero que por ser El-que-man-da-en-to-do, yo transijo (en un plano como de creyente/estudioso, ver si me comprende) explíqueme cómo nos vamos a entender si usted, sólo en Andalucía, es miles.

Mira muchacho (comprende mi mayor facilidad para tutearte) (acepto, siga), cuestión de utilidades. Y puede que me explique:

Allá por Huelva, con una humedad relativa superior al 80%, en esas mañanitas que si no te pones algo coges un resfriado, no me voy a llamar de la Condensación, digo yo. Lo del Rocío es breve, elegante, y describe esa cosa bonita de algo que cae del Cielo de forma suave, sin que se note como empieza, pero dejando un suelo que brilla.

Oiga, esto lo trae usted preparado.

Se hace lo que se puede. Son muchos martillazos.

Está bien el principio. Le rogaría algún otro ejemplo.

Pues está lo del Rosario, en Cádiz. Resulta que allí tuvo mi hijo un detallito precioso, que no necesitaba mucho tiempo: Cuentan que el camino para ir a curar a un niño estaba lleno de espinas. Vi el plan que había y le dije a un médico que podía ir descalzo. No lo pensó y anduvo sobre rosas hasta la camita del niño. Comprenderás que no me conozcan allí por la de Urgencias 24 Horas  o Mutua Gaditana.

Me da usted un momentito, que se me ha metido algo en un ojo…

Ya, ya, aquí con las herramientas…

Justamente, siga, siga usted, que le sigo.

Nos vamos ahora, y comprendo que es un buen salto, a lo de Pilar, allí en Zaragoza. Si esos amables lugareños y yo nos vemos en un peñasco que resulta después que les hace el avío para un buen edificio, mira, un mínimo sentido estético, por favor: A ver si por cuestiones arquitectónicas vas a querer que me llamen Virgen de la Estructura o del Basamento.

No, si yo lo voy pillando, pero no me diga usted que esto parece serio.

Ya, pero sí se acepta que la milla y el metro han convivido midiendo lo mismo ¿no? Pues vamos a lo que vamos. Y siento dejarte, pero el móvil está atascadito de mensajes.

Ea, pues vaya usted con Dios.

No te quepa duda. Y ojito con los martillos, hijo, que hay unos guantes que son el ABC de la protección laboral.

Pequeño fogonazo, sin grandes aspavientos. Desaparece.

Se mira el dedo. No le duele nada. Sonríe agradecido.