miércoles, 6 de julio de 2016

VOLVIENDO A LAS ANDADAS

Este blog ronda la década. Una década en la que os he llevado siempre conmigo; en mi corazón. Por diversas circunstancias los últimos años he estado ausente. Pero esta vez llegué para quedarme. Y la idea me hace feliz.

UN DULCE ENCUENTRO


Te vi por primera vez una mañana radiante de abril. Yo paseaba por la aldea. Tú vendías a plena luz, una fruta que se adivinaba deliciosa. Me miraste y sonreíste, y sentí que algo se aceleraba en mi pecho.

Saliste del puestecillo y llenaste de cerezas el cesto de mi bicicleta. Me llegó el dulce y rojo aroma, que se entremezclaba con el tuyo.
Estuve comiendo cerezas toda la tarde. Cada una que me llevé a la boca, guardaba dentro tu sonrisa; y mi latido.
Desde aquel día, las cerezas son cada latido de mi corazón cuando te veo.