jueves, 18 de septiembre de 2008

VERSIONES.

Estoy enamorado de una bruja preciosa que trabaja en un bar.

Cada noche, voy a tomar una copa  con ella en las siguientes condiciones:

Coloca sobre la barra dos vasos con mi bebida favorita, pone una de sus manos cerradas encima de cada vaso y, después de mirarme, deja caer un reguero de polvo blanco en el líquido, lo remueve con una cuchara de cristal y me da a elegir después de un beso delicioso, quizá el último de mi vida.

Estoy seguro de que sigo vivo porque elijo beber del vaso bueno, el que no tiene veneno. Y eso ocurre porque sabe que desde la noche anterior no he dejado de pensar en ella y el día de trabajo y distancia no ha sido sino mi peaje de amor para esperar a verla.

 

Tengo a mi novio encandiladito, aunque sea fácil por lo inocentón.

Para curarle la úlcera de estómago, salgo del despacho cada noche, me visto de bruja y, en la barra del bar de mi hermano, le sirvo dos bebidas iguales, dentro de las cuales pongo una cucharadita de gastropelín, lo que le recetó el médico y no es capaz de tomar sólo. Entra, me besa y elige su destino. Después nos vemos para cenar en casa o fuera, y no le hace daño la comida. Tendré que cuidar de que no me vea cambiarme corriendo de un lado a otro y de comer más despacio, no vaya a coger yo también una úlcera con tanto estrés.

 

¡¡¡POR FIN!!!

Se nos llenó de color el blog. Ese arcoiris es radiante y nuestra mascota me parece de lo más seductora. Lo que más me gusta de ella es su ambigüedad (y lo digo absolutamente en serio) ¿Por qué ha de ser un pollo, o una gallina? Si es un ser distinto, que pueda encerrar más de una posibilidad, sin duda se me antoja más enriquecedor y por tanto, más interesante.
Me encanta, Loli. ¡Tiene una simpatía y una cara de buena gente que tela! Además, con ese lápiz en la mano y con esas ganas de trabajar que infunde, ¿quién no le hace caso?
¿Te he dicho alguna vez que eres una artista? Pues eso.

Microrrelevo 8

Cosas de madre.

En ése que pone "Rec.". En ése tienes que fijarte, hija mía. Créeme. Los demás no te convienen. Dice la del quinto, que el único hombre hecho a tu medida, lleva el signo de Caín en la frente. Y que será tu única salvación. Y no me mires así, que soy tu madre y sé lo que te digo. Te juro que la del quinto es la única que sabe echarme las cartas, y que es capaz de ver más cosas que yo y la abuela juntas, te lo juro. Ya, ya sé que no quieres comprenderme. Pero aunque no te lo creas, esa era digital tuya sigue siendo cosa de pitonisas. Somos seres eléctricos, funcionamos a base de conexiones internas. Ya, ya sé que quieres ser como la Coixet, y que pasas de mis bolas de cristal, pero suelta esa cámara y escucha, bruja avería. Te lo diré en tu idioma. Tu hombre tiene una marca roja y redonda en la frente. Ése que pone "Rec." será, para siempre, tu complemento. En ése tienes que fijarte. Búscalo y, cuando des con él, no se te ocurra perderlo. Porque él te librará del mal de ojo que te ha echado la del bajo. No, si al final, con levantarle al chulo del novio, le has hecho un favor a esa golfa. Porque sé que andas con ese chulo, y no por dones de familia, no. Lo sabe todo el bloque, y va a ser tu ruina. Te lo digo en serio. Y no me grabes más, coño.