jueves, 4 de noviembre de 2010

A UN CABALLERO

Poeta, juglar, caballero
de cosecha inacabable,
nos ha entregado el pañuelo
de una forma muy galante.
Nos damos por aludidas
sintiéndonos halagadas
recogiendo tu testigo
e intentando no ripiarla.
El poema –dedicatoria
ya lo vamos acabando,
estamos en horas bajas
y no hace falta explicarlo.
Tú te transformas en alma
de todos estos blogueros
que perdieron a las musas
y no siguen tus consejos.
Por nuestra parte juramos
no ceder en el empeño
de escribir aunque sea un haiku
o un poema de dos versos.
Sigue tú como hasta ahora
manteniendo en llama viva
este blog que no se agota
con tu ingenio y con tu risa.