lunes, 10 de agosto de 2009

LA BELLEZA DE LOS AMANECERES

Qué bellos amaneceres
contemplé cerca del lago
cuando la noche moría
y el alba se iba anunciando.
El Sol, cual bola de fuego,
lentamente iba asomando,
avanzando entre las rocas,
su bella luz proyectando
en las quietas, transparentes
y hermosas aguas del lago.
Nunca más presenciaré
tan admirable espectáculo
aún me parece un sueño
un sueño que no ha cesado
quiero conservarlo, y siempre
en mi memoria guardarlo
como se guarda un tesoro
y así siempre recordarlo.