¡Ay, Qué bien he dormido esta noche!
Ni que hubiera encontrado el amor,
que pusiera en mi vida su broche
sobre tanto penar y dolor, ooor.
¿Ay?, ¿qué penas te duelen, fantoche,
si has llegado de día y fatal,
sin saber que estrellaste tu coche
justamente contra mi portal?
¡Lo que hace una noche estrellada!
Ahora mismo me visto y me voy,
pues lo cierto y verdad es que estoy
confundido de casa adosada.
Más despacio, tarugo integral:
Soy vecina, mi nombre es Inés,
no tu madre, cretino, ¿no ves
que has dormido en mi casa, chaval?
Ay, mujer, ahora cómplice y luz,
no me ataques en un sentimiento
tan profundo, no claves mi cruz,
destrozándome así este momento.
Es domingo, es la fiesta y, es más,
no te expongas a irte sin café.
Un error de portal, ya lo sé…
esto… en fin, quédate ya que estás.