sábado, 13 de septiembre de 2008

Microrrelevo 4

¿Cómo no me fijé en que tenía fecha de caducidad?

Había organizado mi vida despertando la envidia de mis amigas: Karla, Vitriola, Amaranta, Denisse y Rodoflecta cuando recibí el paquete y ellas aplaudieron el que sería mi plan de felicidad eterna, con detalles como paseos a las seis y doce, besos a las dieciocho, brisa de abanico a las veinte y sexo salvaje a las veintitrés… y así, o sea, todos los días.

Y yo, Bertrana Moravia, la ganadora del concurso, no caigo en ver que mi ciborg Ariel 1.5 es un prototipo de cocinero bastísimo para el ejército hecho para cinco años exactos. Los que terminaban esta mañana. ¡Qué rabia! Justo antes de salir a dar nuestro primer paseo. O sea.

CUESTIÓN DE CONCIENCIA

Podría sucumbir a tus encantos; es más, no hacerlo me es muy sacrificado. Pero no consentiré que mi alma arda en llamas, ante la mirada satisfecha de Luzbel. De ese honor no es merecedor un simple pastel de arándanos.

todos los porqués
Sé cómo he llegado hasta aquí, pero no porqué. Ellos se acercaron hasta mi casa, llamaron a mi puerta. Cuando la noche mostraba el más sonoro de sus silencios, ellos, sin preguntar, sin hablar, sin ni siquiera un porqué, me trajeron hasta aquí.
Ahora siento el frío en mi sien izquierda. ¡Qué paradoja!.El sol ha comenzado timidamente a asomarse por el horizonte. Este lugar...¿recordaré este lugar?. Tal vez no. Tal vez sí. Como tantas otras respuestas, la tienen ellos entre sus manos.
El frío de mi sien se ha transformado en un ruido ensordecedor. Todo está a oscuras. No hay estrellas. No hay soles.
Todas las respuestas caen sobre mí, húmedas, sentidas, angustiosas. Lloran y ahora sé porqué.

baile añejo
Encontró la carta ya abierta. Dentro,un papel amarillento, olía a tiempos pasados. Las palabras bailaban un baile añejo, desacompasado. Reinventadas las palabras pero no los sentimientos. El -espero que al recibo de ésta os encontréis bien- le llevó de la mano a las canciones y ternura de unos ojos hoy ausentes. Se dejó llevar por aquella danza de símbolos y deseos. Descubrió por casualidad, que no había nacido ayer sino que nacería mañana. Mañana, cuando el corazón dejara de bailar la danza de la tristeza.