sábado, 13 de septiembre de 2008

CUESTIÓN DE CONCIENCIA

Podría sucumbir a tus encantos; es más, no hacerlo me es muy sacrificado. Pero no consentiré que mi alma arda en llamas, ante la mirada satisfecha de Luzbel. De ese honor no es merecedor un simple pastel de arándanos.

5 comentarios:

Lola García Suárez dijo...

¡Qué bueno Isa! Sencillo, pero tan profundo a la vez. Entre tú y Beli la estáis armando. Felicidades a las dos.

LaRubia dijo...

Ay pardiez, yo debo ser amiga íntima del diablo porque yo ante esas tentaciones poco me resisto.
Sigh... (suspiro de resignación)

Gabriel dijo...

No hay duda: Sentados frente a frente, sonrisa pícara de póquer entre los dos... y el pobre diablo sabe que le has derrotado.
Un relato de los de guardar para verlo muchas veces y sonreír siempre.
Besos.

Anónimo dijo...

Qué bueno Isa, qué final de arándanos. Yo la armo con Luzbel cada vez que voy al pueblo, con esos salchichones colgáos en la despensa. ¡Cuántos paseos da uno hasta la hoguera de la cocina! Fantástico.

Peneka dijo...

Pues yo por un pastel, un choricito bueno, una tapita y su cerveza...dejo que Luzbel no pare de reirse, aunque luego para compensar, mire para el otro lado y diega eso tan consabido de
¡Ay, Dios mio!¿qué hago yo con estos kilos?.
Está más que claro que, UNA VELITA A DIOS Y OTRA AL DIABLO(ý qué no se diga)