sábado, 13 de septiembre de 2008

todos los porqués
Sé cómo he llegado hasta aquí, pero no porqué. Ellos se acercaron hasta mi casa, llamaron a mi puerta. Cuando la noche mostraba el más sonoro de sus silencios, ellos, sin preguntar, sin hablar, sin ni siquiera un porqué, me trajeron hasta aquí.
Ahora siento el frío en mi sien izquierda. ¡Qué paradoja!.El sol ha comenzado timidamente a asomarse por el horizonte. Este lugar...¿recordaré este lugar?. Tal vez no. Tal vez sí. Como tantas otras respuestas, la tienen ellos entre sus manos.
El frío de mi sien se ha transformado en un ruido ensordecedor. Todo está a oscuras. No hay estrellas. No hay soles.
Todas las respuestas caen sobre mí, húmedas, sentidas, angustiosas. Lloran y ahora sé porqué.

4 comentarios:

LaRubia dijo...

Beli... cachis en la mar ¡estás sembrá jodía!

Isa dijo...

Beli, barajo un par de posibilidades acerca de este relato, pero sea cual sea el significado que tú quieres darle, me gusta. Ya lo comentaremos. El final es tremendo. Imagino el silencio. Intento imaginar un lugar sin estrellas y sin soles.
Buen final, en el que todas las preguntas se desvanecen.

Lola García Suárez dijo...

A mí también se me ocurren algunas posibilidades. Sigo contando perlas.

Gabriel dijo...

Eres la mejor antena para coger historias que vuelan y tejerlas en palabras.
Esta es, por encima de su significado, más allá de lo único, sugerente y terminada como un bisturí.
Muy bueno.