domingo, 24 de enero de 2010







Has llegado hasta mí por casualidad. Me has recorrido entre nubes y soplos de aire fresco. No imaginabas lo que te ofrecería, lo que aún tengo para ofrecerte. Abriste tus ojos ante mí; te dejaste envolver por el señorío de mis fachadas, por la serenidad de mis plazas, por la calma de una mañana de domingo.
Sé que vas a volver, que me recorrerás con tranquilidad, acercándote hasta mis silenciosas iglesias, hasta mi alcázar altivo y poderoso.
Aquí estaré esperándote, sin prisas pero ansiosa por envolverte entre mis rincones y mis calles, con mis bares y sus viandas.
Aquí estaré. Aquí. No te olvides. Soy Jerez de la Frontera.