martes, 11 de agosto de 2009

El poder de la ternura


Hace un mes asití a un curso. Eso no es ninguna novedad digna de reseñarse qui, pero sí el tema del mismo. En él, durante tres días, todos los participantes "hicimos el payaso". No, no perdimos la cabeza ni la cordura ,muy al contrario, intentamos aprender(y algo creo que aprendimos) sobre como transitar por el camino de la ternura.
La mayor parte de nosotros eramos enfermeros. A diario, nos enfrentamos al dolor del otro, a su deseperanza a veces, a su rabia, a su ira en ocasiones. Y allí estabamos, en un pueblo hermoso y tranquilo de Sierra Mágina, cargándonos de ese medicamento que les pudiera mejorar su día a día, y también con ello el nuestro: la ternura, la sonrisa...la esperanza.
Acercárnos al otro, a esa persona que tenemos junto a nosotros, mirarlo a los ojos, acariciarle, despojarnos de condicionamientos y hacerle sentir que no está solo. No hay nada peor que sufir en soledad, que marcharse en soledad.
Transitar por el camino de la ternura... ¿aprendí? no es fácil, pero lo intento a diario.