sábado, 7 de febrero de 2009

Venus sumergida II

Yo, velo verde que el fondo del mar cubro
todo lo exploro, todo lo toco.
Lamo quilla de barco, ancla abandonada o pico de gaviota.
El mar es mío y así lo domino.

Ella, musa acuática varada entre corales,
vestigio imperturbable de una historia, de un pueblo.
La encontré en uno de mis viajes, entre las corrientes
y desde entonces también me pertenece.

Nosotros, abrazo eterno de piedra y sal,
simbiosis perfecta, puzzle acabado de texturas, de colores,
amantes cobijados en el tiempo,
esperando que el brillo blanco en el museo de su piel
no nos haga olvidar que antes fuimos un solo cuerpo.

Copenhagen nublado y frío

Hoy el día ha amanecido nublado y frío aqui en Copenhagen. Pasear por sus calles, ver sus edificios de piedra y esas casas de colores... me ha apenado un poco la falta de luz a la que tan acostumbrada estoy, y mi cámara se ha resistido un poco(¡¡¡qué frio hacia cada vez que me quitaba el guante para hacer una foto!!!).
Al pasar junto a un estanque he visto algo que me ha llamado la atención, en una parte los patos caminaban sobre el agua, y un pelín más allá, se zambullian en un agua que yo imaginaba helada. Ha sido muy graciosa esa estampa.
Más tarde, me he sentido durante unos minutos, como la conductora del metro de Copenhagen; éste no lleva conductor, y los asientos primeros van tan pegados al cristal que ves el túnel correr a tal velocidad que da gustirrinín.
Bueno, mañana dicen las previsiones que nevará. Ya os contaré, si es que no me quedo como una estatuilla más.