domingo, 13 de diciembre de 2009

Editorial Diciembre 2009.

Navidades y nosotros. O viceversa.

Fiestas, crisis y algún que otro millón de noticias más. Son las reglas del juego, las que no vale cambiar según nos vaya mejor o peor.

Y en esas, Paraleernos culmina su segundo año dando pequeños pasos adelante:

Se han mantenido los reportajes de la intrépida reportera Beli, que manda fotos y sensaciones de los sitios por donde pasa como si siempre hubiera vivido allí.

Se ha echado palante Paquita, además de como poetisa, como rescatadora de los poemas y cancioneros de siempre, y eso, como tenerla a ella, es un lujo.

Ha habido dibujos de Loli que jugaban a las adivinanzas con imágenes bailonas, como las palabras pinceladas.

Se han encontrado otras pinceladas, las de ese humor fino de Isa dentro de la belleza con que se atreve –como pocos- a hablar del amor sin vueltas de hoja.

De lo que han compartido Lorenzo e Irene, nuestros poetas sin miedo, se queda grabado en nuestro blog de aquí a la eternidad.

Del espíritu más crítico en contenidos y congruencias de los escritos, hemos tenido a Inma que, junto a sus cuentos certeros y bien dirigidos, hace los juicios más sensatos y contundentes de los escritos. A ver si aprendemos y se lo agradecemos más.

Y algo más, de mucha importancia, es saber agradecer a quienes nos leen. No sé medir cuántos son, pero sí cuánto nos importan. Hay una Clea duende del bosque que nos levanta la persiana para ver el Sol cada vez que se asoma por el blog. A todos los demás, también muchas gracias y que sigan entrando sin llamar, que lo hagan para leernos, que aquí estamos.

Y, no se me olvide, Feliz Navidad.