sábado, 7 de marzo de 2009

INFORMACIÓN FERROVIARIA.

-Mucha atención  a los tontos de la semana, por favor: Los que se creían que iban a subir al tren por el andén seis, número seis, que no suban y salgan corriendo para intentar subir por el andén siete, número siete, número primo y bonito, que está justo al otro lado de la estación. Ah, y se me olvidaba: ¡DING, DONG, DING, DING!

Maldiciones. Algunas en suizo. Una en camerunés. Muchísimas en alemán.

-Más atención a los giliboinas que han comprado y pagado su billete: Tienen que pagar un plus de fealdad después de haberlos visto pasar por el monitor delante de este puesto. Algunas deberían asesinar lentamente a su peluquero. Ay, joén, que siempre se me olvida: ¡DING, DONG, DING, DING!, y eso que llevo aquí desde que se abrió esto, cuando lo de los carruajes, tiene guasa la cosa.

Pelotazos en las ventanillas con papel de aluminio hecho bolas. Más maldiciones. Las más curiosas en chipriota del siglo XVI.

-Se comunica a los que han cruzado la vía por ahorrar tiempo que tienen que pasar por la ventanilla dos, luego la tres y después la ocho para recibir bofetones de los que trabajamos aquí. Y es que las imprudencias se pagan, cohone ya.

            -Como va a salir un tren, cierro de momento, ¡ay, esperarse!, ¡DING, DONG, DING, DING!, la ventanilla para celebrarlo y parar para comer. No sé a dónde va, pero yo me montaba, sobre todo los que están aquí desde el lunes. Vía nueve, nueve, múltiplo de tres. Hasta luego, y no perder la fe, sustituto eterno de la paciencia. Ni olviden recomendarnos, que aquí se hacen muchas amistades. Más de un matrimonio se ha fraguado en estas salitas de espera. Taluego. ¡Uy, sí!: ¡DING, DONG, DING, DING!