lunes, 23 de febrero de 2009

ESTRUCTURAS.

Adelina Mayo protagonizó un cuento que quiso inventar y vivir al mismo tiempo. Ella lo llamó cuento continuo, cuento vivo y cuento autológico, que es el que narra lo que pasa de verdad y pasa de verdad lo que en él lo que se narra.

El domingo donde empezaba la acción, declaró su amor por elección al azar de un hombre que la amaba sin ella saberlo, pero que no podía confesárselo en un cuento previsto por ella, teniendo en cuenta que el armazón estructural del cuento de Adelina Mayo estaba hecho, aunque el hombre también tenía unas líneas generales de cómo vivir una historia de amor pasional con ella, con menos detalles en cuanto, por ejemplo, la decoración del salón o la elección del tipo de coche.

Adelina, a pesar de la sólida línea narrativa de su historia autocontenida, no podía evitar que, siendo su coprotagonista un personaje lleno de matices y con un desarrollo mínimo en sus características iniciales, éste saliera por peteneras, si bien el hombre se limitaba a seguir sus directrices básicas, en concreto lo que se refería a alguna tarde libre para salir con los amigos.

La escritura, por fin, se hizo firme para los dos. Escribieron un único libro alternativamente en las líneas impares y pares y su vida alcanzó un enorme éxito editorial.

No leyeron jamás el libro escrito ni guardaron ejemplar alguno. Ni se compraron un coche. Ayer por la tarde estuvimos en su casa alquilada, con el salón vacío y sin decorar. 

2 comentarios:

Isa dijo...

Eso sí que es tomarse las cosas "al pie de la letra".
Envidiable tu dominio de la escritura.
Un beso, que ya hace tiempo.

inma dijo...

No sé,Gabriel, la historia, a mi parecer merece un final más elaborado ya que empiezas a tejer una trama interesante que desemboca en...¿ninguna parte?
Un beso enooorme para tí.