domingo, 14 de diciembre de 2008

Las mudas del deseo

Lo mismo que París,
siglo tras siglo,
muda su piel de tela de comerciante,
yo mudo trajes de brillo
por otros de oscuridad.

Noches de cabaret
habitan mis entrañas, tinieblas
de humo y neón.

7 comentarios:

LaRubia dijo...

Este texto me recuerda a las noches en las que cambio la musa por la diva y me calzo mis medias de rejilla y mis labios rouge passión.
Llévame contigo a París.

Gabriel dijo...

Musas de París: Te viniste con ellas, que ríen y cantan por tus versos, aún siendo mudas.

Isa dijo...

Fascinante contraste de brillos y oscuridades; del aplauso que te da la vida cuando le viene en gana y del desgarro, sin un reflejo ni tan siquiera, que te salve del dolor.
Ya te digo , amigo: fascinante.

inma dijo...

Te cautivó París como cautiva el poema, con luz y noche,brillos y tinieblas.Te deseo noche de luz en la carbonería.

Lola García Suárez dijo...

Me ha recordado a Toulouse-Lautrec y el embrujo que tiene la noche de París para sus noctámbulos.

Peneka dijo...

Tus versos me hacen ansiar Paris...
¿cuándo me llevareis con vosotros? Me encantaría recorrer sus calles contigo y con ese ser mágico que te ha devuelto la alegría, la ilusión...el deseo y la pasión...
¡¡¡Anda, llevadme a Paris con vosotros!!!

Anónimo dijo...

Beli mía, qué placer más grande sería
llevarte a París con nosotros! Descuida que iremos, y te sentirás tan en casa como me he podido sentir yo las veces que me he podido escapar. Acepto tu proposición indecente...
Gracias a todos por enviarme esta fuerza que me hace escribir, que os escriba.