lunes, 2 de marzo de 2009

Y quédate con todo lo demás.

No te pido devolver

me el gabán o el pañuelo

que tú te llevaste ayer,

al levantarte del suelo

borracha. No puede ser

declararte mis desvelos

por siempre, si es menester,

y te agarres por los pelos

con mi madre, sí mujer,

y en un minuto meter

le dos tirones de pelo

recién peinado, joder,

porque mostrase recelo

al no poderse creer

tu amor sincero, Consuelo,

¡si no te tenías en pie!,

¡si te bebiste el pomelo

mezclado con el jerez!

Sólo te pido el gemelo,

pareja par que le per

tenecía a mi abuelo

y no lo quiero perder.

4 comentarios:

Paquita dijo...

Gabriel,insisto, eres genial, tu cabeza es un almacen de ideas fabulosas. el poema del gemelo..de auténtico lujo y donde dejamos al ingles. un abrazo Paquita.

inma dijo...

Me encanta esa discusión y ese desencuentro con borrachera incluída. El puntazo final del "gemelo" me parece genial.

Isa dijo...

Yo me quedo con esa gracia con la que cortas los versos y haces lo que te da la gana. Creo que no se puede tener más arte.

Anónimo dijo...

Jajajajaja, me parto.
¿Cómo se te ocurren estas cosas?