viernes, 1 de febrero de 2008

DI VERSIFICATIO ANTICUUM (I)

... E pusiéronse las mozas a rozarse. 

Y era tal el frenesí de esas mujeres, 

que aunque fuego, realmente, nunca vieres, 

pensarías “estas dos van a quemarse”. 

Tal sus pieles coloradas, llameantes, 

que volcanes casi afónicos de envidia, 

enviaron lavas rojas por perfidia, 

y  enfriar a las mozas cuanto antes…

El monge Auskultatto Pambulossi, de la región Camboria, tenía estos versos en su tratado con dibujitos de título “En invierni, e meggiore con dúo muggieri…”, de modo que su prior, el abad Filimpare Masuno, se lo guardó entre los volúmenes de Ciencias, donde sabía que no lo consultaría ningún novicio del convento.


1 comentario:

Isa dijo...

¡Ay,ay! ¡Esos son los frutos del casto celibato!
¡Vaya si me estoy riendo esta tarde, hijo mío, que llevo un rato leyéndote!
¡Cómo te curras los nombres!