Rasgó Eros su carcaj
esparciendo sus flechas por el suelo
jugó el amor a ser mortal
huyendo de su olimpo tan perfecto.
Experimentó placeres prohibidos
traspasó el umbral de los deseos
pasiones para él nuevas lo arrastraron
bailó la sintonía de los besos.
Creyéndose inmortal fue vulnerable
abrió su corazón aún muy tierno
las llamas del amor lo sofocaron
prendiéndose ese fuego por el cuerpo.
Sus alas no supieron apagarlo
quiso huir y quedó quieto
se fundió como el oro en un crisol
sellando para siempre su secreto.
Buscando Eros emoción
bebió el veneno de los celos,
jugó el amor a ser mortal
y la vida…
se le fue entre los dedos.
Temió que un día lo olvidaran
olvidando que el amor es algo eterno.
viernes, 22 de febrero de 2008
Eros desolado
Publicado por
inma
en
viernes, febrero 22, 2008
Etiquetas: Inma
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6 comentarios:
Un poema enorme, Inma, por muchas razones. Muchas de ellas seguro que soy incapaz de contarlas, porque me fascinan. Del ritmo, la rima, la cadencia, y la narración, te diré que me emocionan.
Las palabras escogidas, el mito del dios del amor superado por el amor mismo, hacen la magia.
Me encanta Inma: es certero, rítmico... Has humanizado al dios, cayendo en su propia trampa.
Eligió bien Eros. Todos tenemos un poco del Dios del amor; porque nos sentimos enaltecidos cuando nos aman; porque enaltecemos al otro cuando amamos, y porque quien ama, arriesga siempre.
Muy bonito poema, Inma.
es sin ninguna duda, uno de los poemas más hermosos que he leido. Nos deleitas con tu presencia y buen hacer a cuentagotas, ¡¡¡¡pero que gotas, Dios mío!!!. En estos versos, veo a Eros caminando de la mano del poeta, contandole como se siente, como de humano es su corazón y sus sentimientos. Dejamos disfrutar de ti más a menudo.
Gracias a los cuatro. Hoy me habéis subido la moral.Con lectores tan agradecidos dan más ganas de escribir.
También yo agradezco las buenas lecturas de Isa, Beli y Loli. No es sólo lo distinto, es la intuición y el saber detenerse en versos que yo, encantado, redescubro.
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