sábado, 26 de abril de 2008

Dios

No sé en qué momento del camino
perdí aquella fe inquebrantable
que unía lo humano y lo divino
como algo para mí incuestionable.
De alguna forma te palpaba
fuiste faro alto en mi camino
fuerza que ayudaba a levantarme
cuando las adversidades
aparecían en mi destino.
Quizás, hubo un punto de ruptura
del cual, tal vez me sienta responsable,
atormentada busco un pegamento
que pueda unir las dos mitades.
Tengo la certeza de que existes
puedo contemplarte en la distancia
soplo de vida en el infinito
aire que refresca la esperanza.
Incluso puedo sentirte a mi lado,
y en los otros…
Más cuando necesito tu mirada
la razón y el egoísmo te difuminan,
la vanidad y el orgullo te empañan…
tan solo queda lo eterno
y aquel recuerdo
preñado de añoranza.
Lucho por Ti,
quizás no suficiente
rezo, implorando no perderte
hoy no me planteo grandes gestas
me conformo tan solo con “saberte”.

5 comentarios:

Gabriel dijo...

Estos versos forman el cuerpo de un credo, compacto y directo, sin fisuras a pesar de la duda que parecen contener.
Pero va más allá de un poema. Es una declaración de fe, hecha desde un punto en el que no sería capaz de estar. A mí me da que mi ruptura fue mucho antes y mucho mayor. O no tengo esa certeza, que te envidio.
Me sorprende, finalmente, la hermosa oración que contiene. El final, magnífico. Te lo dice un agnóstico por la gracia de Dios.
Cuenta, por favor, qué acogida tuvo el poema en su lectura, a la que no pude acudir.
Un beso.

Lola García Suárez dijo...

En tu poesía me llegan muy claras tus inquietudes. Me resulta cercana porque me veo reflejada en muchas cosas. Me parece valiente porque creo que no es fácil hablar de cuestiones que atañen al alma. Coincido con Gabriel, cuéntanos cómo fue el acto y cómo te sentiste al leer tu poema.

Peneka dijo...

¡Hola compañeros!, yo estuve en el acto, en esa iglesia majestuosa, con un cimborrio que me llevo de su mano hasta el de Zamora(no comparo, porque las comparaciones son odiosas)y allí, escuché cuando ofrecieron, y como le dije a Inma, su poema me llegó porque sentí que nacia de dentro, sin más pretensión que la de ser, sin esperar halagos, ni aplausos. Intimista, callada y a la vez elevando la voz hacia los cielos, donde dicen algunos que Dios habita. Yo como vosotros, no sé si habita o no.
Dios en la poesía, en la vida, en los otros...¿dónde está Dios?
Un besos poeta y gracias por compartirlo contigo

inma dijo...

Me preguntáis por el acto.
En un principio me cuesta "desnudarme" en público, pero intento superarlo. Quise que el poema no fueran tan solo palabras, sino poner "carne en el asador" .Algunos me felicitaron por él y lo agradecí.
El acto estuvo muy bonito. Un niño nos regaló sus notas de violín y dos adultos sus quejíos flamenco. Además un precioso y currado power point acompañó con otro tipo de imágenes las ya de por sí intensas que tiene la iglesia.
Sentí no haberlo anunciado con más tiempo, ni a todo el que le interesara y que se haya sentido dolido por ello.
Yo aún no logro disfrutar recitando. Seguiré escribiendo.
Gracias por vuestros comentarios.

Isa dijo...

No pude estar allí, Inma. Gracias de todos modos por avisarnos.
El poema, lleno de franqueza y con una necesidad de sentir nuevamente la fe, que no es que se fuera, es que se modificó, Inma. Si tanto la necesitas, acabarás dejándole paso; sacándola de ese escondite donde un día la guardaste, sí, pero sin echar la llave.