domingo, 25 de mayo de 2008

BOB EL MALO.

La banda de Bob el malo

acabó balaseada

y saturada de palos.

Fue la semana pasada.

 

El comisario Tomás

los dejó sin contemplanza,

por todita la explanada,

desparramados no más,

llenas de tiros las panzas.

 

Pero el cabecilla huyó.

Peligrosón y listillo,

en un jaco se montó

y se escurrió como un pillo.

 

Tomás se sintió fatal

de no arrancar la cabeza

a una hidra que, en certeza,

se reharía al final.

 

Así que montó a caballo

y se largó tras el otro.

Pero se extrañó: su potro

parecía tener callos.

 

Jaleándole, detrás,

Bob el abuelo, el matón

padre de Bob el maloso,

de la risa atragantado,

veía montar a Tomás,

con el trote remolón,

de un burro parsimonioso

de pura sangre pintado.

 

 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

para la banda de los hermanos Dalton. Un beso.

Anónimo dijo...

parece la banda de los hermanos DAlton. Me ha gustado la historia. Besos.

Gabriel dijo...

Gracias, don Fernando. Abrazos y bienvenido.