domingo, 18 de mayo de 2008



Queria compartir con vosotros una de las imágenes que más me han impactado de mi viaje a Roma. Seguramente haya quien piense que soy poco original eligiendo entre tanta maravilla esta fuente, pero no es una fuente más, ni un monumento más;para mí, es el MONUMENTO. ¿Os imagináis ir paseando por unas calles estrechas, llenas de restaurantes abarrotados de turistas comiendo pasta, y de pronto, sin más aviso que su propia hermosura y grandeza encontraros con ELLA?, pues eso fue lo que me ocurrió a mí. Se me estremeció el alma al verla. Rodeada de gentes, de mil y un flash, japoneses por doquier, pero allí estaba, inmóvil y a la vez acercándose hasta mi, para darme su saludo de agua, de sonido, de luz. No me pude resistir a esa tradición de cine de lanzar una moneda al agua; yo no solo lancé una, sino unas cuantas, para garantizar así mi vuelta a esa eterna ciudad, a esa fuente que algún día espero contemplar de nuevo y compartir con mi "otro" corazón toda la magia de esa ciudad.

Si no habéis estado, id. No os arrepentiréis. Eso sí, id dispuestos para patearla de norte a sur y de este a oeste. Roma os espera siempre ETERNA.

5 comentarios:

Gabriel dijo...

Gracias por compartir. Es estupendo cómo comunicas tu visión, porque te quitas de encima, y a nosotros, todos los tópicos.
Eso es viajar: observar sin prisas, aprender. Y emocionar a los que te escuchamos.
Buen trabajo, intrépida reportera.

Benjamin dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Lola García Suárez dijo...

¡Qué maravilla! Me hubiera encantado que te hubieras zambullido en el agua cual Anita Ekberg desplegando todos sus encantos. Bueno, no puedo más que decirte gracias por regalarnos esta visión tan fantástica de la Fontana de Trevi. Exquisita unión de agua y piedra. Descomunal, por lo que dices en tamaño, pero también en belleza. ¡Espérame, Roma, que tengo que verte pronto!
Perdonad los demás por mi breve incursión en el blog. Me queda poco para liberarme y disfrutar de vuestra creatividad con los cinco sentidos, como debe ser.
(El comentario suprimido es porque me he equivocado, sorry).

Isa dijo...

Ya te lo dije Beli: prefiero volver a Roma aunque me pierda otros lugares. La guardo como escenario de algunos de los momentos más bonitos de mi vida.
La sensación que cuentas, al encontrarte con La Fontana de sopetón es la misma que tuve yo la primera vez que la vi.
Gracias por la foto. Y te lo dije: volveremos a Roma; volveremos.

inma dijo...

Mágnífica visión tuviste de la Fontana. Yo estuve en diciembre y aunque me pareció estupenda, me sorprendió la estrecha plaza donde está ubicada. Siempre esperas verla en una gran explanada, no en una estrechura y más baja que el nivel de la calle.
También eché la moneda, pero me emocionó más el ambiente de las catacumbas.