lunes, 9 de junio de 2008

¡Esos animales!

Un poco por azar y otro poco por la curiosidad que a veces tengo, he consultado la web de un centro de acogida de animales abandonados. Es lamentable que las llamados "personas" usemos a nuestras mascotas como juguetes y luego las tiremos como trastos viejos. Dicen que no tienen alma, pero en su mirada reflejan la tristeza de su situación. Quizás falta educación y concienciación.
Aquí pongo el enlace. Sobran palabras.
http://www.arcasevilla.es/

2 comentarios:

Lola García Suárez dijo...

No me gusta nada que se maltrate a los animales. Yo no tengo ninguno porque creo que debo ofrecerles un sitio adecuado, pero me gustan mucho. Estoy de acuerdo con tu toque de atención.

Isa dijo...

Tuve, Inma, una perra (son mi delirio los perros)que se llamaba Jara. La adopté sin el consentimiento de Javier que por aquel tiempo viajaba cada semena. Me quedé con ella porque si no lo hacía iban a tirarla a una cuneta. Era un pastor belga precioso que aun tenía los ojos cerrado. A los tres años tuve a los mellizos y con tres niños, la perra y los otros tres perros que aguardaban en la playa y que eran de mi familia, imagina el lío. Cuando Jara se hizo grande tuvimos que regalarla a unos amigos que vivían en el campo. Esos amigos, son más que eso. Son como familia nuestra. Y allí pasó Jara su vida hasta que hace poco murió. El día que la alejé de nosotros, y el día que siguió a ese día, fueron muy tristes, como si yo la hubiese traicionado. Pero era muy dificil, con tres niños muy pequeños, dos capazos de recien nacidos y la Jara ocupando todo el maletero, cada salida. La echamos de menos como a una persona, aun sabiendo que estaba mejor que con nosotros. Insisto en que quien es capaz de hacer esas barbaridades con los animales, es capaz de otras muchas.
No son de fiar los individuos que tienen ese tipo de conductas. Los animales tienen derechos, por supuesto; el hombre tiene la obligación de concederles esos derechos y un país que contempla esa conciencia entre sus gentes, es mucho mejor país. Sin embargo, ahí está el toreo, repugnante y asqueroso. Suerte para esos animalitos.