miércoles, 10 de septiembre de 2008

Otro Edén

Sabes que me gusta desbrozar pensamientos y que es en estos días lúcidos, otrora demasiado oscuros, cuando descorro el velo semi-transparente de mi mundo y te lo muestro así, tal y como lo ves.
En este cosmos no hay deidades acuáticas, tan sólo alguna que otra sirena con cantos entre los que se confunden toses y carraspeos.
La edad también está reflejada en sus ojos.
En lo más alejado del jardín sigue ese manzano, con su reptil onduleante de mirada oblícua. Ya nadie se sirve de sus frutos pues sobre él pesa una extraña leyenda de castigo y exilio.
En el piso de arriba vive un conejo hastiado, sospecho que anda algo trastornado porque no deja de repetir: "Alicia no me persigas más", "Alicia no", "Alicia no.."
Pandora jugó todos sus vicios y virtudes a la apuesta más grande, ahora la ves caminando de acá para allá buscando con lo que llenar su caja. Los días buenos, los menos, encuentra un diente de león, una gota de rocío...
Puedo advertir en el desasosiego de tu forma de observar que poco o casi nada de lo que ves te gusta.
Te anticipas.
Si te deja de dar miedo y me dejas que te lleve de la mano caminaremos acompañados ladera arriba.
Ahora te sientes poderoso pues con tus sentidos lo abarcas todo.
Puedo verte sonreir.
Aquí te complaces en saber que existen olores a vainilla y azahares,
que la hierba está fría bajo tus pies,
que la lluvia a modo de capricho puede visitarte mezclando en el cielo, claridad, nubes y estelas de colores,
que existen mirlos blancos, gorriones pelirrojos,
que los sauces ya no lloran,
que puedes dibujar con la yema de tus dedos el camino del sol, si quieres dos atardeceres en un día los tendrás;
y que te encantaría quedarte...
Yo te invito a que lo hagas

4 comentarios:

Isa dijo...

¡Qué afortunado quien decida acompañarte a recorrer ese "otro edén" para quedarse a tu lado! A mí me dejas haciéndoseme la boca agua, pensando en la posibilidad de ver "dos atardeceres en un mismo día". Precioso.

Gabriel dijo...

Descomunal fantasía. Enorme texto Irene, enorme. Llevas de la mano a quien se ha cansado de crear. Le invitas a inventarlo todo otra vez. Gracias a tu mirada.
Un relato estratosférico que me encandila.
Besos.

Lola García Suárez dijo...

Una cicerone inigualable. Me encanta.

Peneka dijo...

Encontrarte aqui, en esta casa imaginaria que compartimos, me alegró el día. Leerte me hace sentir deseos de escribir, de crear, de soñar...en una palabra, de VIVIR.

Me gusata saberte entre nosotros, de nuevo, como si ayer solo hubiese sido una cabe3zadita tras el almuerzo, ligero pero vivificante.

Me alegra, Rubia, tenerte aqui. Un beso