lunes, 3 de noviembre de 2008

TRAVESURAS

Fue el principio de su final. Estrenó su andadura alegremente. Creando una senda con pasos de color verde, uno tras otro, impecablemente rectos sobre un fondo de luz que realzaba el perfecto caminar. Andadura sobre un blanco inmenso, abierto y extendido a lo largo de una superficie parecida a un altar; un lugar de trabajo elevado y finito. Esos fueron sus inicios. Cuando el futuro andaba aún por desentrañar, sucedió la desdicha. Rodando, sin remedio, cayó. La pobre costurera lamentó el infortunio por tratarse de su color preferido. El gato, sin embargo, celebró toda la tarde tal acontecimiento.

4 comentarios:

inma dijo...

¡Qué gamberrete el gato!¿Era quizás el traje de novia de la costurera o estoy imaginando demasiado?

Isa dijo...

No he pensado en ningún tipo de confección en concreto, pero la verdad es que estaría bien que fuese, por ejemplo, eso que dices.
Hay que ver el complemento que los lectores podemos llegar a ser, con nuestras percepciones, para un escrito. Gracias Inma. Me ha gustado tu aportación.

Gabriel dijo...

Me encantaría ser el ovillo travieso, recto al principio y desbocado al final, que se precipita para poder jugar toda la tarde con el gato en lugar de retorcerme entre agujas.
Una maravilla.
Besos.

Anónimo dijo...

El hilo es a la tela blanca como la tinta al papel. Y este ovillo, en lugar de permanecer bordado y alcanzar así su pequeña inmortalidad entre un par de generaciones de mortales, nos ha salido nómada. Prefiere hacer senderismo y caer desde la luz de los altares hasta las zarpas de una "terrible fiera". Vamos, que no sé quién disfrutaría más la tarde, si el gato con sus bigotes o el ovillo con su despliegue de curvas, rectas y nudos. Un relato muy espacial. Arquitectura textil, el costurero de la costurera (me encanta. Costurera). Isa, ¿no te pide guerra el personaje?

Pd. He de reconocer que ayer leí tu cuento y no lo entendí, qué pavo. Le dí vueltas por la noche, hasta que volví al blog a leerlo otra vez y ví el comentario del ovillo! Claro que sí! Me hice la picha un lío. Me gusta cuando me creas estas pequeñas controversias.
Qué cortito uno.