A la nana nanita,
nanita nana.
duérmete lucerito
de la mañana,
duerme bien mío,
que tu madre te abriga
si tienes frio.
Duerme ya niño mío,
flor de las flores,
entorna esos ojitos
que son dos soles.
Duérmete vida mia
duerme mi cielo,
mientras te hago un arrullo
de terciopelo.
Duerme ya entrañas mías
duerme sin miedo;
y entre tanto, tu madre
vela tu sueño.
Chiquitito del alma,
cuando despiertes,
me encontrarás muy cerca
para quererte.
A la nana nanita
nanita ea,
mi niño se ha dormido
bendito sea.
4 comentarios:
Se dormirá, y tanto que se dormirá la criatura cuando tú se la cantes. ¿No ves que te ha salido del corazón y esa es la clave?
Un beso.
Esta nana está bien hecha desde el principio hasta el final. Canta lo que un niño pide: ese cariño incondicional. Verso a verso, no falta un elemento de la nana más clásica, con la promesa final de estar esperándolo después, cuando despierte. Esa promesa que el niño sabe que su madre cumple.
Es una nana que te ha salido del alma, Paquita.
Besos.
¡¡¡qué suerte tienen esos chiquillos!!!, tienen no solo a una abuela, a unos brazos con cariño, sino a una poeta alegre, que de lindos versos llena sus oiditos.
Precioso
Preciosa nana que huele a clásica por las expresiones utilizadas.
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