jueves, 14 de octubre de 2010

EN LA FUENTE

En una tarde de mayo,
cuando a la fuente bajaba,
se encontró con unos ojos
que insistentes la miraban
¿Por qué la miras tan fijo?
su amigo le preguntaba.
Es que su frágil figura
y la gracia de su cara
me han hechizado y me atraen
cual si de imán se tratara.
Yo quisiera hablar con ella,
pues deseos no me faltan,
pero la veo muy frágil,
tan bella y tan delicada,
que al mirarla la comparo
con la fuente de agua clara,
y temo que, si me acerco,
como un sueño se deshaga.

6 comentarios:

Peneka dijo...

Tus versos van cargados de música, y cuando los leo me entran unas ganas de cantar...pero no lo hago, no te preocupes. No seré yo la causante de que diluvie,jejeje

Gracias por tus comentarios a mis fotos. Me alegra que te gusten.

Besitos de azahar

Gabriel dijo...

Siento lo mismo que dice Beli y no lo puedo decir mejor: Tus versos son cantarines.
En estos, además, hay una metáfora deliciosa comparando la fragilidad con lo pronto que se va un reflejo en el agua, provocando un final muy bueno.
Besos.

Clea dijo...

Es verdad, tus versos tienen un ritmo precioso.
Qué bonito este deseo que nos cuentas.

inma dijo...

Yo siento que el protagonista no sea más lanzado, porque si no se atreve a hablarle siquiera, a la larga le va a pesar.

Paquita dijo...

Gagias amigos por vuestras cariñosas opiniones, Inma tienes razon, ha sido tímido y despues se puede arrepentir. Besos para todos.

Anónimo dijo...

Sí, coincido con los compis en lo cantarín del poema, al ritmo del agua de la fuente. Como dice Clea, deseo. Un deseo contenido. Gabriel apunta muy bien lo de la fragilidad de lo efímero. Y con Inma coincido en que el hombre, por lo menos, le tenía que haber dicho algo, aún con la mirada, aunque, bien pensado, lo mismo nos quedamos sin poema, pues, ¿quién sabe si Paquita hubiera tenido que contar otra aventura, la del romance en la fuente? Ja, ja.
Qué buen rollo tenéis en el blog. Clea, no sé nada de vos, sólo que sus comentarios son geniales.