Dime qué hizo que te detuvieras,
antes de irse la luz de lo verde al carmín,
con el pie sin bajar todo del adoquín
y parar mis latidos sabiendo que eras
una de esas del bosque, una de esas hadas
que te hacen bailar sin laúd ni tambor,
que bendicen, te dicen, o algo peor:
te enamoran sólo de una mirada.
Di por qué no miré ni a los lados ni atrás
y cómo es que no quise o no supe parar...
Más que lo violento al perder tu mirar
me dolía el vacío de no verte más,
más que cualquier herida, mi vida; y pensar
que unos metros faltaron para recortar
la distancia en que un brazo te puede abrazar
o esa otra, en que un beso te puede besar…
Dime qué hizo que yo te sintiera
mientras dicen que no hice sino respirar,
sin moverme, sin verte, sin acariciar,
sin hablar, sin un ruido, a mi vera, a mi vera,
y al subir sus persianas mis ojos te vieran
como si en aquel día, supieras, supieras,
que mi vida te iba a buscar.
4 comentarios:
No creas que no he intentado. Ya lo he leido como tres veces y no acabo de cogerle el sentido. El tono en que comienza me parece que va ser un accidente o similar con su golpe de gracia al haberse quedado como petrificado el "prota" con un "pie sin bajar todo del adoquín", pero luego se pone serio el asunto... ¿habla de la muerte?perdóname que ando espesota.
La vio en la acera, sin llegar a bajar porque el semáforo cambió. Fue atropellado, al no mirar a otra parte. Fue cuidado por ella y volvió a la vida para irla a buscar. Eso fue lo que intenté con estos versos.
Besos.
Gracias amigo, por tu aclaración. Ya me queda algo más claro ¡cómo disfrutas rizando el rizo! besos.
Ya veo te refieres al semáforo, estaba yo como Inma algo cnfusa,pero te digo como siempre, tu genialidad no tiene límites tanto para verso como para prosa,un fuerte abrazo
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