Pues el señor Marcos Campillo
se acaba de jubilar.
Ahora ejercerá de abuelo
con mayor tranquilidad,
y el día que sus nietecitos
ya se suelten en hablar,
les dará clase de inglés;
así no se olvidará
de cuando era profesor,
y de la lengua de Shakespeare
sabía una barbaridad.
4 comentarios:
Bien, Paquita, por traernos la dulce historia de Marcos Campillo en verso, como una trovadora que aporta música y verso a la vez.
¿No te animas con el reto literario? anda... ¡que tú puedes!
Y cuando sus nietos sean grandes, recordarán mil historias, mil palabras aprendidas y sobretodo...el amor de su abuelo.
Tiernito, tiernito tu poema, como gominolas de nubes de algodón.
El poema es de bienvenida y celebración, de flores de mano a mano. Sí Señora, viva la ternura. Y el tiempo de estar juntos abuelos y nietos, que nunca falte.
Hióle ahí.
Gracias de corazón queridos amigos
por las cariñosas palabras que me dedicais. Inma no me atrevo con el reto literario com me propones,
mi escritura es solo de andar por casa
y cometeria muchos fallos, besos para todos.
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