martes, 31 de enero de 2012

Reflexiones de Misha [2]

No me puedo creer que mi dueño haya desmontado mi árbol y lo haya metido en una caja que no puedo abrir. La he arañado, mordido, humedecido… pero nada, esa caja no se abre y además está bajo la cama. Cada noche le intento arrancar un poco de cartón. Entonces me arrojan zapatos, pero no es lo mismo. No quiero morder zapatos, eso son cosas de perro. Prefiero la caja, y anoche la pusieron encima del ropero.
La novia de mi dueño me ha traído un juego nuevo. Él se ha puesto muy contento y yo más. Es una caja transparente con “comida viva” dentro. Se ríen cuando pego el hocico al cristal buscando una entrada. Cuando me hago la dormida, él mete cosas por un huequecito. Creo que sabré encontrarlo. Esta noche les daré la sorpresa y me lo comeré todo. Hace dos días que no pruebo el pienso seco, y es que ¡esos peces huelen de bien! Me echaré una siestecita mientras ellos limpian. ¡Qué bien se está en el sofá tomando el sol!

3 comentarios:

Gabriel dijo...

¡Qué bueno este capítulo de Misha!
Me empieza a parecer la filósofa que necesita el blog. Si mi héroe gatuno, Garfield, es un cara dura, esta gata tiene más estilo y serenidad, más elegancia y, por encima de todo, una lógica aplastante en su punto de vista.
Besos.

Peneka dijo...

Esta gata si que sabe... y no como otras(me refiero a mí misma,jejejeje)

Me gustan estas reflexiones desde un cálido sofá.

Besitos de gominolas

Isa dijo...

Cómo es verdad que todo va en función del color que se le quiera dar. Cuántas realidades existen, cuantas formas de ver una misma realidad, y qué bien lo plasmas con esta gata, este dueño, estos pobres peces y esta historia.