Queridos niños todos:
Resumamos el año y la suma sale regular,
con decimares de fiebres de tristezas: hasta el mar
se devora el sueño simple de la simple dignidad,
Con el signo cruz de más que querría echar de menos y poner sólo el Portal.
Medimos muy bien las horas de no cuidar la amistad…
Y nos quejamos muy bien para volver a quedar.
La bebida esa, la sangre negra para circular,
nos endulza las mentiras, nos disuelve la verdad,
y yo con ella disuelvo la herrumbre para apretar
los abrazos que me quedan, tantos abrazos por dar.
¡La euforia me dice el alma: no te dejes tú llevar!,
enfría estas pocas líneas, para para recordar
lo fácil que se saluda en Fechas de Navidad…
pero por favor no olvides desear felicidad.
Una cosa y la contraria no se tienen que anular.
Sed buenos. Es cosa de ponerse y en nada se le coge el truco.
Abrazos para todos y buen año 2019, que no es primo[1]
2 comentarios:
¿Es eso una Felicitación navideña? Creo que el espíritu de la Navidad aún no te ha poseído. MI consejo: cogete a un niño o niña pequeños( preferiblemente de la familia, porque si no te acusarán de secuestro, aunque hay padres que lo agradecerían por un rato) y llévalos a que descubran contigo las luces, los turrones, los juguetes nuevos , los globos, belenes etc etc. Pero si odias salir estos días a la calle, inventales un cuento o bien canta con ellos un villancico acompañado con tu guitarra y su pandereta., o juega a hacer el ganso un buen ratoLuego, y aún con la sonrisa de haber despertado el asombro, amigo, vuelve a escribirnos y haznos unas cábalas más jocosas. Venga, que tú puedes! Y Felicidades a tí también.
Hola, Inma: He leído por segunda vez mi escrito, después de tu comentario, y me ha resultado sorprendente. Salió sin plan previo, línea a línea, y no se había revisado ni una coma. Es curioso lo poco que tiene de navideño festivo.
No deja de ser el reflejo del día pasado, domingo, en Cádiz. Caminábamos por el paseo marítimo y menos de cien metros vimos la patera con inmigrantes que después difundieron los noticieros. Nunca los había visto de cerca. Corrían para nada, pues los servicios de policía y atención médica los habían divisado horas antes y les esperaban. Seguí caminando. Pensé que allí no tenía nada que hacer. Un par de días después escribí RESUMAR en lugar de RESUMIR. Sin pensar en el juego de palabras.
Cuando llegue mi nieto pasado mañana, sé que el espíritu de la Navidad, la del niño ilusionante, vendrá con él. Y yo espero saber apreciarlo. Sé que es ese espíritu el que echas de menos en mis letrillas iniciales, con lo que me gusta a mí celebrar un ambiente de alegría y reunión con familia y amigos.
Valga tu deliciosa respuesta en el comentario para el mejor de los deseos en estos días. Te agradezco la llamada al orden. Me suscribo de pleno a tu idea de meter a los chiquillos en bullas de belenes con globos, villancicos y ganas de compartir.
Un beso.
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