domingo, 30 de junio de 2019

RESPONSABILIDAD

–¿Y a mí qué me cuentas, monstruo irresponsable?; mira que te regalé una caja de zepelín bien grande, de seis unidades –dijo Crispín Balboa das Tormentas, conde de Osmoratonia y aspirante a regente de Chamboria, provincia de Chicago. 
Mientras, el dragón Kolmogonto, descendiente directo de una lagartija del Edén, un chulito bajo un lago de gomina, agachaba la cabeza mirando al suelo. 
–Supongo que te casarás con ella, ¿no? –le dijo levantándole la barbilla con una grúa mediana, para que le mirara cara a cara–. Ahora no me vengas con que el fuego de la pasión se te ha venido a menos. Ella es una princesa Drakoniona de pura escama, y ha dejado de asolar reinos mágicos para volar a tu lado. Vamos, chaval, pídele que se una a ti y juntos crearéis la desolación en media Europa. 
            Kolmogonto levantó el hocico y preguntó: –¿Vendrás entonces los veranos, a intentar cazarnos, a nosotros y a nuestros hijos?, a lo que Crispín respondió con un evasivo «ya hablaremos de eso en otro momento. Ahora vuela a su lado y cumple con tu obligación. Chaval».

1 comentario:

inma dijo...

Eso es poner orden en un momento. Ya lo creo. Me alegra mucho que mantengas la chispa en el blog. Un besazo enorme.