jueves, 6 de diciembre de 2007

PRAXIS

El delegado japonés, Rasura Lakara, resbaló al poner el primer pie en la Sala. Con los dos pies por delante, sin soltar su maletín, acabó sentado al revés en su sillón, el segundo por la derecha.  El jabón que le sirvió de patín no pudo ser sacado de la boca del enviado italiano, Ptolomeo Porcistitti, hasta una hora después.

Casi de modo simultáneo, el representante de Industrias Panaderas Coreanas Yokoltopan, se quemó los faldones de su abrigo de Cachemir al pasar por la pequeña llama de gas que mantenía caliente el café y el té previstos para los descansos.

Uno por uno, todos los participantes en la Conferencia Mundial de Seguridad e Higiene en el Trabajo, sufrieron algún percance que cumplía con los objetivos: Inmediatos y de consecuencias casi funestas. Además, por supuesto, inesperados, sin tiempo a borrar la sonrisa idiota de la cara.

El organizador y ponente principal, Antolín Farto, fue felicitado por sus jefes, dado el carácter eminentemente práctico de la  Convención.

5 comentarios:

Peneka dijo...

Me reitero en mi comentario: consigues que me ría(y te aseguro que hoy no es el mejor día para conseguirlo)

Gabriel dijo...

Pues ya está claro para qué se parió el relatillo: Una sonrisa tuya.

Lola García Suárez dijo...

¡Qué bueno, Gabriel! Sencillamente te ha salido redondo. Un beso, Beli.

Ailema dijo...

Buen alarde de nombrar, tú puedes. Nadie cómo tú para poner nombre a tus personajes, aquí una muestra.
¿La trama? (más que el tema), de "Guateque" total, señor Peter Sellers :-)

Isa dijo...

Hoy has hecho que irremediablemente vuelva a acordarme de mi vecina (yo no sé reírme bajito). ¡Cuánto arte! ¡Esto no se "puee aguantá"!
Es que no sé si te lo creerás, pero me río a pleno pulmón.
Como Ailema, te digo lo mismo; que para los nombres eres único.