domingo, 9 de diciembre de 2007

RECORRIÉNDOLE

Trepé al castaño y observé sin pestañear, la dicha que en suerte me tocó disfrutar a mis años. Tanto tiempo sin que mis piernas probasen su fuerza en ese intento, tantas ganas de sentir nuevamente el riesgo, el vértigo que me produce asomarme al mirador de mis deseos; tanto y tanto esperar para recorrer, para deslizar su hermoso tronco entre mis manos; tanto observarle a diario, hasta que al fin sucedió, y el no saber ni su nombre resultó ser lo de menos. Me bastaba con lo que era capaz de ofrecerme y con el tono cálido de sus cabellos.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta! Seguro que no te importa si hago mías tus palabras. Ya conoces los motivos. Un beso.

Isa dijo...

¡Qué alegría, encontrarte de nuevo!
No me importa en absoluto, es más, me halaga profundamente. Un beso fuerte, chula.

Anónimo dijo...

Buenííísimo!! Con esa sutileza que te caracteriza y muy bien tratado, me ha encantado. Me da la impresión que cada vez estás más cómoda escribiendo este tipo de relatos, pues sigue porque cada vez también, lo haces mejor.Un beso

Isa dijo...

Hoy estoy especialmente contenta; me encanta veros por el blog y que me digáis estas cosas tan bonitas. Gracias y otro beso.

Lola García Suárez dijo...

Estoy de acuerdo con Elenka, esa vía de la sensualidad te va mucho. Maravilloso.

Gabriel dijo...

Este relato, de obligada trirrelectura, es un poema completo. Celebro con él la ambigüedad constante, incluido el final. ¡Vaya cadencia continua que le das!, es tremendo el mantener el juego tanto tiempo, en tan pocas líneas. Esos versos seguidos, de organización aparente en prosa, me dijiste que se habían escrito hace tiempo; pero se han vivido mucho antes de ser escritos.

Ailema dijo...

Ha llegado el momento de pronunciarme: Isa, creo que eres la mejor del grupo escribiendo microrelatos. Y que me perdonen los demás, pero es lo que pienso.
Consigues hacer lo fundamental en un relato breve:
1.- No le sobra ni falta nada.
2.- Te "knoquea" y son necesarias varias lecturas.
3.- Te deja rumiando como las vacas.
Me encanta que me dejen pillada con tan poco, desde 3 palabras, hasta 33 líneas.

Isa dijo...

Ailema, tu comentario me reconforta, me halaga que pienses eso; no sé si lo merezco o no, pero me da alegría saber tu opinión. Muchas, muchas gracias.

Anónimo dijo...

A la primera lectura, sensualidad en estado puro. y es que a mí, por ejemplo, me encanta soltar una burrada "fina" de vez en cuando porque también soy eso, y no me quiero censurar, porque pa mal o pa bien, no tengo vergüenza. pero a tí no te hace falta pringarte la boca. tú en tus susurros eres tremenda, joé. a la segunda, más erotismo y más amor correspondido "con sólo una mirada". a la tercera, sexualidad límite, porque te leo y me rozo en el árbol, a la cuarta...