martes, 4 de marzo de 2008

CUANDO DUERMA LA TARDE


Luces de tardes amarillas
preceden nuestras noches de azul de sueño
que plenas galopamos, olvidando la cordura.

Eres tú quien desde niña me despiertas
mostrándome tu blanco brillo de perlas.

Ahora sigues llenando los espacios que en la noche habito,
donde te espero, para aferrarme a tu cuello, mientras me llevas.

No podrá la guadaña que me robe el aliento
adentrarse en mis sueños y saber que te amo.

No llenará mis manos de frío para alejarte de mí, amor.
Unicornio de perlas, de carteles de cuentos;
no te ausentarás de mis tardes doradas,
de mis noches de azul de sueño.

No me dejarás las manos vacías, seguirás conmigo
en los espacios que en la noche habito.

3 comentarios:

Peneka dijo...

Nadie te alejará de mi...ni la tristeza ni mi vacío.

Hermoso.

Gabriel dijo...

Si el amor necesita una mano fuerte para luchar por la persona amada, aquí está: En estos versos.

Peneka dijo...

cuanto más lo releeo, más gusta, más me atrapa, mas me sacude el alma. De ti, nopodía veneir más que esta belleza.
No dejes nunca tu ritmo, tu forma de escribir, ese susurro al alma, donde habitan los sueños y también las esperanzzs.