Te protege la pereza,
te escondes de los artistas,
y no asomas la cabeza
al escribir, con bajeza,
tus críticas en revistas.
A todo pones reparos,
y a todos hallas defectos:
Al cine por los efectos
a los pintores, por raros
y al poeta por selecto,
de versos que, siendo claros,
para ti son imperfectos
Si no te pide consejo,
cualquiera rama del arte
la maldices y abandonas,
negando su luz, reflejo,
de la parte del espejo
que no refleja tu parte.
Escritor de gacetilla,
torero televisivo,
cantante a lo más de ducha,
que ni a dios ni a diablo escucha,
considerando incisivo
su comentario cotilla.
Aprende y mira al pintor,
y a su mundo de colores;
pégate al compositor,
y métete en su canción.
Y acercándote al poeta
a dudas y resquemores,
encontrarás solución;
Ya verás la voltereta
que te pega el corazón.
4 comentarios:
Dedicado, diría yo, a los "sangrehorchata" que con tanto rasero olvidaron la emoción que se siente ante la belleza en cada una de sus formas. Muy bien, compañero.
Estoy contigo en que hay por ahí mucho criticón suelto sin ideas propias. Buen ritmo en el poema.
Para criticar hay que tener arte. Y para criticar a los críticos, más arte todavía.
Real como la vida misma.
¿Quién dijo que todos los críticos son artistas frustrados (escritores, pintores...)? Puede que tuviera razón.
El resquemor es mala inspiración.
Un abrazo.
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