Yo sujeto con diez dedos el volante:
Por mi vida, te aseguro que lo aprieto;
burla burlando van tres de delante
y el que conduce también, todo el cuarteto.
No conciben, por lo visto, ir despacito,
a menos de doscientos como pronto;
gritan (nadie sabe hablar bajito)
por decirme que ir así, es ir de tonto.
Y los veo parados, de repente,
con señales de trompazos en la cara;
con un poste han ido a dar frente por frente,
su coche, como es lógico, se para,
y adelanto casi andando, finalmente.
¿Moraleja quieres tú? ¿Aún no es bastante?
¿Tienes medio kilómetro de vendas
y es preciso soltar explicaciones?
Hay que ir más despacio (llegas antes),
conducir con prudencia por las sendas,
y tocar algo menos... los claxones.
1 comentario:
Un granito de arena para frenar a tanto terrorista al volante, y un final de dos pares. Muy bien, compañero.
Publicar un comentario