Serguei Godfrensko, junto a sus compañeros Otto Lamprievesptein, Mattías Brogtritres y Karl Gagoflatblo, se pasaron la tarde buscando excusas para no invitar a su recién llegado compañero de oficina al cumpleaños del jefe, Sigfried Ataklestat. Pero no fue necesario: Con lo que le escupieron al presentarse y decir su nombre, el nuevo, un tal Gómez, se sintió incapaz de acudir.
4 comentarios:
Con tanta saliva de por medio, yo tampoco iría. bsss
No es para menos el motivo. ¡Es que tú con los nombres tienes un tino...!
Jajay, reconozco que esta presentación masiva resecaría hasta el paladar de Mobby Dick.
Una vez, y esto es verídico me escupió uno sin querer en una cerveza mientras hablaba en un convite. No veáis lo mal que lo pasé para deshacerme de ella con disimulo.
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