Armando contempló desde la puerta el montón de cajas apiladas en el fondo de la habitación. Durante la noche, había estado guardando en ellas todas sus cosas. Toda su vida. Todos sus sueños e ilusiones. Ahora, tan sólo debía llevarlas a otro lugar. Creyó sentir que el suelo se abría bajo sus pies.
“Necesito respirar”, se dijo mientras se echaba al hombro el equipo de buceo.
Salió de casa. No echó la llave. “¿Qué más da cerrar, si no hay nada que robar?” pensó mientras arrancaba el coche. Tomó
Junto al embarcadero, Ronal le recibió con un saludo. Él respondió cortésmente al mismo, mientras colocaba la botella de aire comprimido a sus espaldas.
“Hace un hermoso día para bajar”, dijo el muchacho mientras le ayudaba a colocarse el equipo. “Sí, hermoso día”, respondió sin más, sin ni siquiera alzar la mirada.
“Sumergirse en el mar, a menos un metro o en el mayor de las fosas, te impide respirar igual”, solía decir Ramón, mientras chapoteaba en la orilla. Y lo dijo, sentado junto a un chiquillo que jugaba con cubos y palas sin hacerle caso. Pero Armando sí lo oyó. Se paró y se sentó junto a él.
-¿Por qué esa sentencia? ¿Todos los problemas son iguales? –le preguntó.
-No, lo que son iguales son las tristezas cuando se les deja entrar –respondió Ramón sin levantarse.
Antes de que Armando tirara de su brazo para llevárselo al agua, Ramón se levantó de un salto y corrió contra las olas que rompían. Fue rápido, como un ariete. Armando no pudo seguirle y le perdió de vista. Para siempre. Su cuerpo no apareció. Y Armando notó la falta de aire en sus pulmones.
Ahora le tocaba a él. Lo tenía todo pensado. Sería en el mismo lugar y a la misma hora en que lo conoció. Se tiró desde el embarcadero mientras Ronal lo despedía sin quitarle la mirada de encima.
Se alejó lo suficiente y buceaba con tanta energía que pronto llegó hasta el fondo coralino donde tenía previsto despojarse del equipo. Allí, lejos del mundo, a solas con su tristeza se reuniría con él, sin interrupciones, libre por fin.
Continuaba buceando mientras miles de recuerdos pasaban por su memoria. Sonreía.
Intentó quitarse la botella de oxígeno, pero Ronal la había amarrado con tanta fuerza que tuvo que pelear contra ella. De pronto, de entre las rocas apareció una morena gigante.
El animal distrajo su pensamiento, que en ese instante se ocupaba de intentar cuadrar la reacción de Ramón a su llegada. ¡Cómo siendo ambos lo que eran y lo que fueron, no hubiese habido entre ellos ni tan siquiera una mirada, un roce, un choque de manos, eso sí, suave, cálido y sentido, como había sido siempre!
(...Isa)
La idea de la búsqueda cobró fuerza durante largo rato. Decidió mantener la esperanza, al menos hasta que se le acabara el oxígeno. La flora y la fauna submarina cambiaban ligeramente a medida que pasaba el tiempo. Sentía una enorme presión en su garganta mientras pensaba en Ramón: ¡cuánto pudieron decirse y no se dijeron! “¿Por qué no se dio una oportunidad?”, pensó, “¿antes de abrazar las olas fatalmente?”. El nudo de la garganta persistía. No sólo era un nudo emocional, el oxígeno se extinguía.
(…Loli)
12 comentarios:
Bueno chicos, ahí va el cuento ya terminado. No sólo le he puesto un final sino que también le he buscado un título. Si os gusta otro podéis cambiarlo. Pero lo cierto es que hasta que no se acaba un relato no se tiene la perspectiva suficiente para titularlo.
Isa, me ha encantado la idea y espero que continuemos. Ahora lo que toca es comentar el resultado. Así que ya sabéis. A mí me parece que a pesar de estar hecho a cinco manos mantiene muy bien el tono, pero creo que ha salido un poco sensiblón.
No será éste mi único análisis. Necesitaré leer de nuevo el texto como un único relato. Mis impresiones primeras son:
Mucha coherencia, fruto tal vez del hilo conductor inicial/propuesto.
Más de un párrafo sobrante. Sin excepción, nos ha pasado a todos.
Más de un párrafo brillante. Juraría que sin excepción.
Un final, Loli, extraordinariamente bello.
Pero no estoy de acuerdo en lo sensiblón. Lo que pasa es que nadie ha querido romper drásticamente con la línea (quizá obvia) argumental que se veía venir.
Por eso ensalzo el final. Bien resuelto, con firmeza y unas palabras redondas. Quizá lo mejor del cuento.
La experiencia, magnífica. Sin ataduras ni negociaciones. Me apunto a la siguiente.
Besos varios.
Loli, a mí el final me ha erizado la piel y me ha hecho respirar hondo, porque muy bien resuelto, le devuelve a la historia una segunda oportunidad y con ella la esperanza y posiblemente la felicidad..., o quizá no...
Estoy de acuerdo contigo, Gabriel: hay que depurar y lo haremos juntos; y en todas las intervenciones tenemos algún momento brillante.
Me gustaría volver a repetir la experiencia, con título, como dice Loli (muy bonito, por cierto), al final y que el ejercicio se siga llamando "Tejedores de un cuento".
Loli, ¿era a ti a quien habían abandonado las musas? Pues ha merecido la pena, porque te han tomado ahora con más ganas. El cuento ha ganado con tu final.
Beli, a ti te tocó, la introducción, que me encantó y me agarró,profundamente, y estoy contenta con el resultado. Me quedo con un principio que nos ha conducido de maravilla, muy bien descrito, y con un final que ha sido realmente un broche de oro.
Me alegro de que os haya gustado el final a los dos, Gabriel e Isa. Estoy de acuerdo con todo lo que decís.
¿por qué sensiblón?¿por hacer un canto a una segunda oportunidad?¿por dejar abierta la puerta a lo que puedo hacer sido y no se le dió la oportunidad de ser?.A mi me ha gustado el final. Creo quen era muy dificil acabarlo, redondo y certero.
Tendré que leerlo más detenidamente, pero en un principio le doy un notable alto.
Es hermoso crear a cinco manos, o mejor, crear a cinco corazones.
Un beso para todos y muchas gracias por estar ahí.
Que lo de sensiblón no se refiere al tema o al mensaje del relato, sino a cómo desde un punto de vista formal se mantiene el elemento sensible, de lamento, de tristeza. Que yo no digo que esto sea negativo, simplemente pienso que puede llegar a ser un poco redundante. Pero que vuestros comentarios me parecen de lo más certero.
Y yo que pensé que se liaría con Rolan!! mejor un vivo que un muerto ¿no? ahora como romántico... sí que lo es.Me ha gustado el trabajarlos juntos.
No te creas Inma, que pensé liarlo con Rolan pero eso exigía un relato más extenso. Así que decidí recuperar a Rolan siendo quien descubriera el cuerpo.
A mí me ha gustado, ha quedado muy bien hilado. Un poco triste porque la pérdida es irreparable, pero no todo va a ser humor en esta vida. A repetir experiencia.
Loli, me gusta tu cambio de imagen. Saludos para todos.
No sé con exactitud cuál habrá sido la intención de Loli. Tampoco sé la impresión de la mayoría, pero yo no veo muerto a Ramón. Me niego. Moribundo, sí, pero muerto, no, no y no.
Besos.
Yo quería ver al azulado como un medio muerto y no como un muerto. Pero debo ser la única. Quería otra oportunidad para los dos, tras un final que se me hacía abierto. La autora de ese final me sacó de mi empecinamiento.
Lo aceptaré resignada.
Publicar un comentario