domingo, 19 de octubre de 2008

LAS HIJAS DE ZEUS


Ligeritas de ropa y con flores en el pelo. Así deben imaginarse hasta en invierno y aún llevando abrigo, algunos, a las mujeres que tienen una necesidad de actividad sexual superior a la habitualmente reconocida. Digo que las verán de esta forma, por haberles puesto el nombre en cuestión: ninfómanas. Por cierto, ¿cómo se le llama técnicamente al hombre más activo sexualmente de lo común? ¿Requetemachote? Es que sátiro me resulta demasiado suave.
Cualquier adicción es dañina, porque domina nuestra voluntad, qué duda cabe.
Lo que no es a mi juicio normal es que para preservar la infancia, el cartel de una película, Diario de una ninfómana, se prohíba en la publicidad de los autobuses. Vaya tela con la doble moral que parece no admitir como natural una mínima muestra de sexualidad femenina, unida al placer de un cuerpo en bragas, preciosas por cierto.
Con tantas metralletas como ven los niños a diario, en tanta publicidad detestable. Es desconcertante, a mi modo de ver, esta censura. Pero aclaro que se trata de mi visión particular, donde no he podido dejar de lado el sentimiento machista asolapado que percibo tras estas reacciones.

13 comentarios:

Peneka dijo...

Como hemos hablado esta tarde, el otro día oí hablar a uno de los publicistas del cartel. Me llamó la atención(por la sencillez de su verdad)que en este pais se puede hablar de Diario de un violador, Diario de un ladrón, Diario de un asesino, y nadie se escandaliza ni se arma el revuelo que se ha armado con este cartel.
Porque,¿que es lo que puede herir esta foto cuando a diario nos enfrentamos en "horario infantil" a disputas por herencias, maltratos a mujeres, asesinatos de mujeres que solo quieren vivir, niños malnutridos...?¿De qué mundo hablamos?
Yo creo que hay que proteger a nuestros hijos de tanto horror, pero evitando que ocurra, haciendole ver a nuestros gobernantes que ya está bien de tanta palabrería fácil...
No herirá a un niño una foto con tan buen gusto hecha, sino la imagen de igual muriendo de hambre en Africa o devorado por un buitre(¿recordarán nuestros gobernantes esa foto que dió la vuelta al mundo?
Ojalá vuelva la cordura anuestras vidas!!!

Isa dijo...

Compañera, tu comentario no sólo refuerza mi crítica, sino que la supera con creces. La cordura, a veces, brilla por su ausencia. Gracias. Un beso.

Anónimo dijo...

Como dices, no se puede ser puritano para unas cosas y para otras no. Un abrazo.

Lola García Suárez dijo...

Amigas, lo habéis dicho todo y muy bien dicho. Creo que si esa imagen no llevase adherida ese título podría pasar como una más en un catálogo de ropa interior femenina. Quizás lo que molesta a muchos es que las mujeres sean las absolutas protagonistas de la sexualidad por una vez. Y no quiero dejar de señalar que la imagen me parece muy idealizada, en la línea de cómo la sociedad quiere ver a la mujer con tal perfección en las formas que no hace otra cosa que acentuar la idea de objeto sexual, pero eso sería otro debate.

Isa dijo...

Loli, comparto tu argumento. Yo también pienso que la imagen se presta en parte a ese juego, pero será que ya me he acostumbrado a verme fuera de los cánones de belleza actuales y lo tengo tan asumido, que por eso no lo he señalado en mi crítica. Llevas toda la razón.
Un beso.

Anónimo dijo...

La doble medida es algo cotidiano y enquistado todavía en este mundo de prisas y estrés. Yo creo que se tiene pavor a nombrar las cosas por su nombre, a auto-reconocerse, a explorarse cada uno en el sentido de saberse vivir. Cuando alguien nombra algo "tabú" de sí, por ejemplo, enseguida es catalogado. Y a menudo, el catálogo de enfrente queda en la sombra, en la penumbra. Y tan campante, y tan bien. Silencio. Hemorroides. Doble vida. Triple. Tetris, olé.
En cuanto a fomentar, bueno, sí, quizás, la delgadez. De todas formas, no estoy muy de acuerdo del todo con lo del objeto. Somos animales en celo (unos más otros menos, nada nada ya es "viagra") y, hoy día, tanto tío como tía, mientras se desnude libremente, ok. Objetos de arte, de cabaret. No lo veo mal. Siempre harán falta musas y musos para hacer soñar a las mortales hormiguitas de la humanidad. Liza Minelli con sus ligas disfrutaba siendo objeto de baile. Sensual y artístico.
El que y la que quiera y le llene, y lo sepa hacer con tó el arte, pues ole que ole; seguramente, le dará compañía a alguien que lo necesite. Desfogar es necesario, y vete a saber la situación que enfrenta cada cual.
Un gustazo este cajón.

Isa dijo...

A eso me refiero, a la delgadez una vez más; pero qué le vamos a hacer, seremos realista. También a mí me gusta más un cuerpo delgado. Tu planteamiento acerca de "las musas y los musos" me ha hecho mucha gracia. También a mí me gusta este cajón de opiniones del que nos vamos enriqueciendo con los distintos puntos de vista. Me encanta.

Gabriel dijo...

Tengamos en cuenta que, según Mafalda, se aprendió antes a matar rápido (ametralladoras) que a escribir deprisa (olivetis).
Tengamos en cuenta lo que saben -Lorenzo dixit_ de nuestras ansiosas hormonas.
¿Quiénes nos quieren dar los sueños ya hechos? Los que ganarán más dinero conduciéndonos, supongo.
Propuestas, yendo al grano: La imagen es hermosa y atractiva, pero ojo con arrodillarnos ante la belleza, que no implica otras buenas cualidades en el mismo pack.
Y más al grano, el cartel: Sugerente, lleno de picardía, si bien con propensión a lo estilizado antes que lo natural. Pero no incita a la violencia. Al menos a mí no. A mí que me saca de quicio la violencia como bandera y aún más, como solución de conflictos.
Disculpad el desorden: Concluyo a favor de la sensualidad, sin más, por sí misma. Con un accésit: Si no fuera por esas imágenes, el mundo se convertiría en algo muy difícil de entender. El cuerpo femenino es a la vez viento, vela y norte. Eso es así. Disfrutémoslo. Y yo que lo vea.

Isa dijo...

¡Ja, ja, ja! ¡Eres un genio! Estamos de acuerdo: la belleza por la belleza y nada más, está claro que no. ¡Un beso, que te lo mereces por lo buena gente que eres!

Laura dijo...

Poco más que agregar a todo lo dicho. La foto está hecha con gusto y no creo que dañe a ningún niño. Y muy bueno lo de requetemachote.
Besos.

inma dijo...

La foto realmente no es el problema del cartel sino ese título que si bien incrementará las ventas por lo que de vicio destila, no es fácil de explicar a algunos que estén aprendiendo a leer y pregunten: mami, ¿que es una ninfómana?
Yo también estoy por una sociedad sin violencia gratuita en los informativos y en todos lados pero no creo que sea bueno compararlo con las escenas de sexo duro donde el mismo no aparece de forma natural y placentera.Debemos proteger la inocencia en cierta medida.

Gabriel dijo...

Inma, sin contradecir mis argumentos anteriores, creo que has dado en la diana de uno más -y fundamental- de los aspectos que rozan el difundir este cartel.
Hemos defendido el derecho a la sensualidad femenina libre, contrapuesta a la moral victoriana, manipuladora y fanática de los comentarios de los que se escandalizan.
Pero tú pones cordura, y sensatez para una mirada inocente, la de un niño, a quien nadie tiene por qué meterle en estas lides.
Definitivamente, mantengo mi visión sin tapujos de la hermosa figura. Pero, para mojarme y liarla tras tu valiente intervención, ¿por qué no se exhibe la foto de modo que quede sólo al alcance de los adultos? Al fin y al cabo es película para mayores.
Varios pájaros, y más de un pajarraco, nos cargaríamos de un tiro.
Gracias por tu punto de vista.
Besos.

Isa dijo...

La mirada inocente, la del niño, la salvaría de muchas otras cosas antes que de eso que aquí cuestionamos; de hecho intento salvar a mis hijos de todo lo que puedo. Pero quiero puntualizar algo muy importante para mí:
Cuando un niño pregunta algo a lo que podemos dar contestación, hemos de darla. Cuando podemos, quizá no darla con pelos y señales, tenemos que adaptar esa explicación a la edad y capacidad del niño. Y cuando el niño pregunta y entendemos que no tiene edad para ciertas explicaciones, tenemos que decirle al niño que la explicación la daremos en el momento en que creamos que podemos dársela. ¿Es que nos hemos olvidado ya de la frase "eso son cosas de mayores"?
La información no siempre hay que darla cuando un niño pregunta, porque no siempre la pregunta es adecuada, ni siquiera a su edad.
Todo, todo no se le debe explicar a un niño. Tenemos el deber de formarles para que sepan enfrentarse a la vida, pero algunas cosas se descubren sin necesidad de preguntar. Aunque ya digo que a su debido tiempo, casi todo es contestable y explicable por parte de los padres.
Me encanta compartir con vosotros estos planteamientos.