jueves, 16 de octubre de 2008

A MI RIO GUADALQUIVIR, Y BETIS

Río que hacia el mar caminas,
tranquilo y majestuoso,
con tus transparentes aguas
entre pinares y chopos.
El olivar a tu paso,
se inclina reverencioso
cuando tus aguas lo besan 
en su discurrir airoso.
En tus orillas dejé
mis recuerdos de chiquilla;
al cruzar tus limpias aguas,
volaba mi fantasía.
Río de grato recuerdo,
en tu paso hacia la mar
vas derrochando elegancia,
con melodioso cantar.
Al pasar por la ribera,
de Córdoba la sultana,
abres tus brazos contento
porque tu caudal se ensancha
y sigues majestuoso
hacia Sevilla y Triana.
Allí te haces adulto,
ya tienes puerto y fragata
y las velitas al viento
navegan sobre tus aguas.
Ay río de mis amores,
Guadalquivir hechicero;
si pudiera, por besarte
me convertía en velero.

Paquita Ortiz Navarrete 15 octubre 2008

7 comentarios:

LaRubia dijo...

Que oda tan bonita al río que nos arrulla a diario. Fantástico Paquita, sencíllamente impresionante.

Gabriel dijo...

Esto es un paseo sobre el río que dura una vida.
Con el mismo compás de las aguas, relatas su gracia. Es un poema lleno de encanto. Y muy bien hecho, qué demonios, verso a verso.
Besos.

Isa dijo...

¡Qué maravilla, Paquita! Me ha emocionado este poema. Es una canción hermosa, con envolvente melodía, y como dice Gabriel, bien trabajado verso a verso. Enhorabuena.

Peneka dijo...

Te envuelven los versos, con dulzura de agua. El arrullo de ésta, te mece, te canta, te hace querer ser agua...Un beso con sabor a sierra y a mar

Lola García Suárez dijo...

¡Qué bien surcan tus versos las aguas del río describiendo estelas de amor y recuerdos! Es un poema con mucha fuerza y ritmo. Me ha encantado.

inma dijo...

Convertirte en velero para besar al río me ha resultado redondo de veras Muchos bssssss

Anónimo dijo...

Un barquito de papel con un soldado de plomo dentro, desemboca, de tu mano, desde la alcantarilla hasta el Guadalquivir. Bonita danza sureña, bailarina.