domingo, 12 de octubre de 2008

Microrrelevo 11

que no podrá morder la vida, si no me tiene entre sus labios, es mi consuelo, mi arma secreta.

Tuvo la oportunidad, cuando le encargaron el primer grupo. En ese tren que conducía viajaban sus amigos y muchos de ellos le reconocieron. Pero por más que su estómago me llamó, me quedé en su garganta, junto al grito cobarde que se escondió también.

Más tarde aún pudo hacerlo, cuando él mismo tuvo que abrir la llave de las cámaras de gas y su corazón quiso pararse sin aviso.

No lo hizo entonces y ya no lo volvió a pensar jamás.

Y ahora, sentado en el banquillo, Herr Grossental, el que nunca bebía agua, ha pedido un vaso y movido la boca para que yo por fin me deje triturar entre sus dientes y deje libre el cianuro. No se lo concederé, y le haré soportar la mirada de los que tanto esperaron su vergüenza.

6 comentarios:

Isa dijo...

Tremendo el hecho que inspira este relato y sorpresivo, porque es lo menos esperado para la frase que tocaba; por eso me gusta. Has roto moldes y te has atrevido con una historia que queda lejos de la que podía haber sido; ya sabes, ese punto erótico, era el que probablemente todos hubiéramos esperado. Sin embargo has optado por sorprendernos y te lo agradezco.
¡Ahora, que si yo fuese la pastillita que nos cuenta la historia, hubiera llamado a combate a todas las de mi serie de laboratorio y la hubiéramos liado a lo grande, quitando del medio a tanto bigotito asesino!
Muy bien el microrrelevo, compañero. Por cierto, sombrea o dinos si es la frase completa la que ha de seguir ahora.

Isa dijo...

Ay, disculpa, Gabriel, que ya lo habías hecho. Es que he tenido la entrada original aquí al lado, mientras te escribía el comentario y no salía el color de la última frase.

LaRubia dijo...

Huele este microrelevo a espada de Damocles... la misma que más de uno debería sentir cortándole el aliento al saber que poco o nada de lo que hizo tiene reconocimiento alguno sobre la tierra honorables.
Bravo amigo

Peneka dijo...

Esto va creciendo como la espuma...¡¡¡qué bueno!!!¡¡¡qué fuerte!!!

De ti solo cabía esperar un relato redondo, eso sí, yo esperaba tu vena humorística, irónica, pero esto es sublime.

Lo dicho, yo de mayor quiero escribir como tú(pero como no me aligere...al paso que voy me muero sin conseguirlo)

Un ramillete de besos, machote

Lola García Suárez dijo...

Cuando haces este tipo de relatos de temas más serios me gusta mucho porque el humor lo manejas como quieres y estos puntos más duros también te van bien. Me ha gustado todo: la perspectiva de la pastilla, el principio y el final. Muy bien.

inma dijo...

¡Qué difícil me lo has puesto compañero!
Difícil final para un relato tan fuerte. No esperaba que fueses la propia pastillita de cianuro. Me has sorprendido. Ahora...¡me toca trabajar!