domingo, 16 de noviembre de 2008

Videojuegos

El vacío que deja tu cuerpo en mi cama suena a"game over" pero hoy, precisamente hoy no vas a ser tú quien gane el juego.
Dentro del armario tengo escondidas sales de baño que huelen a chocolate y nueces de macadamia. Las guardaba para un día especial pero ante lo transparente de esta realidad seré yo, gustosa, la única que se sumerja en esta bañera de espuma.
Hoy no entiendo de más química que de la que me une a mi rimmel y mis uñas Rojo Mediterráneo. A quien se le ocurriera ese nombre no sabe que el color del mar va desde el más eléctrico azul al más ácido de los verdes.
Pero me extraigo del ensueño imaginario de nuevo y me decido a pasar al vértigo que me causan las botas de tacón. Tengo algo de Julieta pero tampoco me falta mi puntito de Morticia; y medir 10 centímetros por encima de tu ego lo encuentro maliciosamente divertido.
Voy a grabar en el contestador de mi móvil un "paso de tí tío" para que te jodas y lo oigas cada vez que me llames preguntándote dónde estoy y por qué aún no te he llamado para saber dónde estas tú.
Bajaré los cuatro pisos que me separan del bullicio vivo de la calle haciendo ruido para que la vecina del 3º, esta vez sí, tenga razones para murmurar por el patio mientras tiende al sol su ganchillo de tarde aburrida.
Esta vez seré yo quien clave mis ojos en el repartidor de prensa, salude lánguidamente al dueño del bar de la esquina y silve con plastificada indiferencia cuando pase delante del señor "guardia municipal"
Hoy, definitivamente, de vuelta a casa te voy a sustituir por una chocolatina porque a ella es más fácil quitarle el envoltorio que a tí los pantalones.

4 comentarios:

Gabriel dijo...

Cojonudo. Y disculpen, ha sido como un pronto.
Besos y felicidades por un escrito tan lleno de frescura, gracia y ovarios.

Isa dijo...

¡Genial! Me ha encantado, Irene. Y el final apoteósico. No hay nada que se resista a unos tacones de diez centímetros. Me gusta cómo manejas la metáfora. Lo de la chocolatina es una buena resolución. Muy bien escrito.

Anónimo dijo...

Es un texto muy valiente y tiene un tono ácido-amargochocolate que le da una fuerza subversiva en sí mismo. Sustitutos del amor, muy bien enseñados en ese principio "game over" y el envoltorio final, mu chulo.

Lola García Suárez dijo...

Es pura metáfora pero con mucha fuerza. Y a pesar del dulce chocolate, ella es de armas tomar.