sábado, 16 de mayo de 2009

EXORCISMO.

Los ojos del poseso conseguían mirarnos a los cuatro sacerdotes al mismo tiempo. Aunque con once ojos puede parecer fácil, luego hay que procesar bien en el cerebro las imágenes captadas. ¿Y si son varios espíritus de malignos sincronizados? preguntó el padre Amavisca. Nos retiramos a un rincón del cuarto del endemoniado múltiple y al crear una serie de malentendidos, sembramos confusión entre los que habitaban en ese cuerpo y logramos la victoria. Lo hicimos dejando caer que unos demonios conseguirían más privilegios que otros al presentar un alma como ésta. Minutos más tarde, presos de su debate interno, no estuvieron atentos a sencillos ritos de expulsión y salieron a trompicones. En los vestuarios, después, se les veía hundidos por la derrota. Tratamos de animarlos con un apretón de manos, pero ni se presentaron a la rueda de prensa.

1 comentario:

Isa dijo...

Con este exorcismo haces que se me haya olvidado la cara de la niña de "El exorcista". Lo de los vestuarios es pa morirse.