lunes, 4 de mayo de 2009

GENIOS EN LA SOMBRA (I).

En nuestro recorrido histórico por causas olvidadas, nos hemos ido a encontrar con la leyenda de  Perosidas Koverte, un aventurero que, en su trabajo de coronador, dio  una limosna a la reina Karmela Sudató y coronó a Yasmina Deoro, una vendedora de abanicos que pasaba por allí. Todos los presentes en la corte se llevaron un buen corte, y él más que nadie si contamos los puntos de sutura de sus muslos.

Perosidas buscó trabajo y lo encontró, o quizá fue al revés: Extasiado ante una manada de elefantes, calculó la raíz cuadrada de la parte flicandoker del logaritmo tonto del número meón, el ππ recién descubierto, y salió corriendo hacia la tienda de Aníbal el Grandísimo para decirle que pusiera en marcha una caravana de aquellos bichos y conquistara algo. O ganara a alguien. Que era un presentimiento.

Todavía con los riñones ablandados, se levantó y pidió socorro tantas veces a gritos que le dieron trabajo de socorrista.

Hoy día, dos mil doscientos veinte años después de aquello, el mundo entero celebra al genial asesor militar de Aníbal, Josechu Leta, el copión asqueroso que recogió las carpetas abandonadas por Perosidas que contenían el proyecto de paso con elefantes por los Alpes.

Pero nadie tiene un recuerdo para el precursor de las dos horas de digestión antes de bañarse en las piscinas de las urbanizaciones. Aquí, por tanto, nuestro homenaje.

2 comentarios:

Isa dijo...

Pa morirse, compañero. Que esto es cosecha propia, nadie puede dudarlo. Y yo insisto: quiero un libro YA con este espectáculo de nombres y hazañas, que esto no se puede aguantar y desperdiciar mucho menos.

Paquita dijo...

Nada,amigo me sumo a Isa en la peticion de un libro con todo lo que tu imaginacion cosecha. Por cierto, ¿nunca has escrito letras para los carnavales?, serian geniales. Un abrazo Paquita