miércoles, 3 de junio de 2009

El último.

Las reglas eran claras: El último que tocara la bandera quedaría expulsado sin honor.  Luis y Ramón, los finalistas, correrían hasta el final de la colina donde se clavó el mástil y no había más reglas que correr ni normas que respetar. Por el camino, de varios kilómetros, podían beber agua. Nada más.

Luis sabía que Ramón era más rápido. Antes de que se escapara del todo, mientras la pendiente era soportable en las piernas, aceleró y de un codazo hizo que Ramón resbalara cuesta abajo. Tranquila al ver que no estaba herido, su mujer le ayudó a levantarse y volvieron al club en coche. Desde la cima, Luis gritaba con la bandera en sus manos.

En la ceremonia del domingo, el club de Atletismo “Extrem” expulsaba ignominiosamente a Luis Pardo como socio.

-¡Pero si yo también recibí codazos, y mucho más fuertes!, -dijo Luis.

-Pero fuiste el último en tocar la bandera, -respondió Ramón. 

4 comentarios:

Clea dijo...

Una lección.
Y es que donde se ponga un buen abrazo para avanzar, que se quiten los codazos.

Felicidades al blog, por lo de arriba.

inma dijo...

...¿Por qué fué el último en tocar la bandera? Por favor, ¡qué espesa estoy!

Diáfana dijo...

Pues yo debo se de horchata también porque me pasa como a Inma, ¡¡que no mentero!!!
¿Nos hace usted el favor de explicarnos?

Gabriel dijo...

Después del que ganó tocando la bandera, no la tocó nadie. Fue el último. A la calle con él.
Besos.