…La chica de mis sueños escogió al otro, el de los dientes blancos. Salí de allí para abrir mi coche y no era un Ferrari testa rossa, sino la camioneta de reparto para la pelea diaria de mi trabajo.
Harto, cerré los ojos con fuerza y me sentí feliz al saber que todo fue un mal despertar.
3 comentarios:
Desde luego, el que no se consuela es porque no quiere,jajaja
Pues menos mal que fue un sueño, porque elegir a otro por los dientes, hoy día tiene mucho remedio, pero la chica...no creo q mereciera el esfuerzo ¿o sí?
Un mal despertar tras un buen sueño.
Muy curioso.
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